Cruz Roja.

La participación de Cruz Roja se realiza en colaboración con la Unidad Militar de Emergencias

Un equipo de 300 personas de Cruz Roja Española trabaja sin descanso desde la pasada semana en la base áerea de Torrejón de Ardoz, en la Comunidad de Madrid, para apoyar a la recepción y acogida de las personas evacuadas de Kabul, principalmente las que han colaborado tanto con la Misión española en Afganistán, como con otras instituciones europeas y sus familiares directos. Personal técnico, sanitarios y personas voluntarias de Cruz Roja se han desplegado en un operativo que se ha activado a petición de la Secretaria de Estado de Migraciones, perteneciente al Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.

Cruz Roja se encarga de la acogida y el primer acompañamiento psicosocial de las más de 370 personas que han llegado desde el pasado jueves, 19 de agosto. En el dispositivo, con capacidad para 800 personas, Cruz Roja Española ha desplegado, por una parte, más de 200 personas para el montaje y mantenimiento del operativo, así como para la atención de los primeros vuelos que han llegado a la península. El dispositivo también cuenta con una flota de 10 vehículos entre los que se incluyen una ambulancia, un camión de 20 toneladas y contenedor cafetería. De manera paralela, los Equipos de Respuesta Inmediatas en Emergencias de Albergue Provisional han instalado tres albergues con grupo electrógeno, torre de iluminación y dos climatizadores.

«Lo primero es tranquilizarlos, porque tienen muchas dudas. Se asustan porque le preguntas el nombre de sus hijos, quieren saber qué va a pasar con ellos, dónde están. Han salido de Kabul hace apenas unas horas», explicaba Raquel Gibaja, técnica del programa de refugiados de Cruz Roja al Diario.es.  En esta primera fase se les da la bienvenida y se les explica dónde están y cuál es la labor de Cruz Roja, además de proporcionar atención especial urgente a aquellas personas que lo requieren. Cruz Roja realiza esta labor atendiendo a los principios fundamentales que rigen el mayor movimiento humanitario del mundo (Humanidad, Imparcialidad, Neutralidad, Independencia, Voluntariado, Universalidad y Unidad).

Poder comunicarse con sus familias

El principal reto durante estos primeros momentos es dar atención a personas que llegan extremadamente desubicadas. Según relata Gibaja al Diario.es, muchas de las personas lo primero que piden es un cargador para poder conectar sus teléfonos y poder decirles a sus familias que se encuentran bien.

Cruz Roja, además, realiza tomas de temperatura y test de antígenos para evitar brotes de COVID-19 (hasta el domingo por la noche, ninguna de las personas había dado positivo). Unas operaciones preventivas que se complementan con el despliegue de dos tiendas de aislamiento con aseos para personas positivas y contactos estrechos, montaje y gestión de un punto de atención sanitaria y traslados de personas a centros hospitalarios. Además, para la Instalación Provisional de Tránsito se han desplegado 100 personas más y una flota de 5 vehículos, entre los que se incluyen un vehículo de comunicaciones y un camión de 20 toneladas. Se han instalado cinco tiendas, un grupo electrógeno con torre de iluminación y dos climatizadores. Esta instalación cuenta con 790 plazas de primera acogida más otras 60 para posibles cuarentenas.  

Prioridad a la atención psicosocial

Cruz Roja además es la encargada de la filiación, la Identificación precoz de vulnerabilidades, la atención psicosocial -a través de su ERIE de Atención Psicosocial-, la atención a menores con los Equipos de Sensibilización e Información ante Emergencias -que cuenta con un espacio de ludoteca infantil- y ha puesto a disposición de las mujeres que lo necesiten un espacio de lactancia.

Los afganos que aterrizan pasan como mucho 72 horas en el campamento instalado en la base aérea. Luego son trasladados a otros centros o apartamentos provistos por el Estado, o bien se trasladan a otros países de Europa, como parte del acuerdo alcanzado entre los miembros de la Unión Europea. Aquellas personas que se quedan en España entran en un programa de asilo en el que también participa la Cruz Roja, por el que las personas refugiadas pasan entre 18 y 24 meses en un periodo de acogida temporal, en el que se les presta apoyo legal y psicológico y se les introduce en el idioma.

Además, Cruz Roja también facilita alimentación, mantas, sábanas y kits de higiene a las personas que llegan en los vuelos desde Afganistán, y realiza traslados de las unidades familiares ya identificadas a las zonas de acogida, un material que se complementa con el que entrega el Ejército del Aire. 

Este despliegue se mantendrá operativo durante las próxima semanas. •••