La Asociación Española de Fundaciones (AEF) y las fundaciones de las Cajas Rurales han celebrado la semana pasada una sesión informativa, acogida por Caja Rural Granada, sobre el Programa de apoyo a la creación de Fundaciones Comunitarias * de la AEF, cuya tercera convocatoria estará abierta hasta el 31 de marzo.

Junto a representantes de 21 fundaciones de Cajas Rurales de toda España, en el acto han participado Silverio Agea, director general de la Asociación Española de Fundaciones, el presidente de Caja Rural Granada y de su Fundación, Antonio Léon Serrano, Rosa Gallego, directora de Relaciones Internacionales y Fundaciones Comunitarias y Alejandro Hernández-Renner, director técnico del programa y director de la Fundación Maimona.

Agea ha explicado que las fundaciones comunitarias tienen como objetivo principal mejorar la vida de las personas. “Y lo hacen apoyándose en los recursos con los que las comunidades cuentan, dinero, tiempo, conocimiento y conexiones. Su labor completará y amplificará el trabajo realizado por otras organizaciones que trabajan en los territorios y en concreto servirán para coordinar y sumar esfuerzos con las fundaciones de las Cajas Rurales”.

Por su parte, León Serrano ha asegurado: “Las fundaciones comunitarias, como forma innovadora de canalizar la solidaridad y la filantropía locales, se pueden constituir como aliados perfectos de nuestras organizaciones, las Cajas Rurales y sus fundaciones, ya que comparten los mismos objetivos de mejorar la vida de las personas en los territorios en los que actuamos. Desde las Cajas Rurales y con nuestro conocimiento de las personas, los recursos y las necesidades de los territorios en los que actuamos, podemos colaborar al nacimiento y desarrollo de fundaciones comunitarias».

(*) Las fundaciones comunitarias se originaron en EEUU hace más de 100 años, extendiéndose por todo el mundo, y desarrollándose en Reino Unido durante los años 1980, y en Alemania e Italia desde los años 1990, siendo en estos últimos países donde su relación con las cajas de ahorros y bancos cooperativos de aquellos países ha sido más intensa.

Las creadas en España aparecen en su mayoría a partir del año 2000, y aunque constituyen una categoría de fundación aún muy desconocida en nuestro país, la Asociación Española de Fundaciones, con el apoyo de organizaciones privadas nacionales e internacionales, está ayudando a grupos de fundadores, por medio de un programa específico, en el proceso de lanzar y consolidar nuevas Fundaciones Comunitarias en diversos territorios de la geografía española.

Estas fundaciones son una de las formas más avanzadas que aparecen en el panorama mundial de la filantropía comunitaria. Constituyen la expresión y la herramienta de la iniciativa de grupos de personas que deciden abordar de forma estratégica e independiente los problemas y oportunidades de sus propias ciudades, comarcas o barrios de grandes ciudades, conglomerando recursos económicos, relacionales de una forma única: abordando el desarrollo de sus territorios con una perspectiva cívica y sistémica, ayudando a la organizaciones sociales de base, apoyando a las personas donantes en su acción de ayuda a los demás de forma profesional, coordinada y capaz de generar verdadero impacto económico y social con metodologías avanzadas y colaborativas.

Las Cajas Rurales pueden encontrar en este modelo de Fundaciones Comunitarias una manera innovadora, eficaz y muy consolidada por la experiencia internacional para reformular sus estrategias de desarrollo territorial, sus alianzas y su posicionamiento en la sociedad, desde una perspectiva filantrópica avanzada. •••