El Índice de Medicina Personalizada, desarrollado por un panel de expertos internacionales con el apoyo de Roche, analiza el desarrollo en cada país europeo de aspectos clave para impulsar esta nueva forma de abordar la asistencia sanitaria

España figura entre los países europeos con mejores condiciones para impulsar en el futuro la medicina personalizada de precisión e integrar en el sistema sanitario esta nueva forma de entender la asistencia sanitaria que se basa en ofrecer el abordaje preventivo, diagnóstico y terapéutico más efectivo a cada paciente en el momento oportuno. Así se desprende del Índice de Medicina Personalizada, desarrollado por un amplio panel de expertos en el marco de la iniciativa Future ProofingHealthcare Europe, impulsada por Roche.

El Índice, coordinado por el Institute for Futures Studies de Copenhague, tiene como objetivo conocer el estado actual y las necesidades futuras de cada país europeo en el ámbito de la medicina personalizada de precisión, para lo que analiza una veintena de aspectos integrados en cuatro grandes bloques: información sanitaria, servicios de salud, tecnología y política sanitaria.

En el caso de España, el acceso a las terapias CAR-T, la planificación y organización del sistema sanitario, el perfil de los profesionales y la infraestructura sanitaria sitúan al país en la sexta posición del Índice, con 61 puntos, justo por detrás de Finlandia (73), Alemania (69), Suecia (69), Países Bajos (66) y Reino Unido (65), y en mejor posición global que otros como Francia (58), Bélgica (54), Portugal (53) o Italia (48).

En lo que se refiere al acceso de los pacientes de cáncer a las terapias CAR-T, España figura en el grupo de cabeza junto con Alemania y Francia, mientras que también destaca, dentro del capítulo dedicado a las terapias y tecnologías personalizadas, en lo que se refiere a la implementación de sistemas de soporte de e-health para la toma de decisiones o la disponibilidad de tratamientos contra el cáncer, entre otros factores.

También en lo que se refiere a estructuras de datos e información sanitaria mantiene España una buena posición de partida (figura en el sexto lugar), destacando en áreas como el acceso a la historia clínica electrónica o la gestión de la información clínica, incluyendo la disposición de datos para su inclusión en redes internacionales.

Sin embargo, España figura por debajo de la media en distintos aspectos que son producto de decisiones de política sanitaria (Policy Context), como el acceso a datos con fines de investigación, la existencia de biobancos o la existencia de herramientas de financiación en este terreno.

 

Necesidad de un enfoque integrador

Por otro lado, los autores del Índice ponen de relieve que, si bien la medicina personalizada de precisión tiene un gran potencial para mejorar la vida de las personas, su adopción a lo largo del tiempo requiere un enfoque integrador para que los pacientes, y la sociedad en su conjunto, puedan beneficiarse de todo su potencial. Esto implica un marco basado en una amplia colaboración entre gobiernos y gestores sanitarios, profesionales sanitarios, instituciones académicas y de investigación, asociaciones de pacientes e industria farmacéutica, entre otros.

Por último, esta herramienta tiene entre sus objetivos servir de inspiración a gobiernos, autoridades sanitarias y otros agentes a la hora de establecer las líneas de la medicina personalizada, a través de la verificación de las distintas áreas que aborda. •••