Manolo Millares grabando una de las planchas de Antropofauna en el taller de Gustavo Gili en Barcelona, 1970. © Cortesía de Editorial Gustavo Gili S.L. Foto: Tony Vidal
> 16 enero – 17 mayo 2020
> Fundación Juan March
> Cuenca
La exposición Descubrimientos Millares, 1959-1972 reúne el corpus de la producción gráfica completa de Manuel Millares (Las Palmas de Gran Canaria, 1926-Madrid, 1972) y presenta el catálogo razonado de la obra estampada por el artista, cuyo autor, Alfonso de la Torre, es además el comisario invitado de la muestra.
Con el título Descubrimientos Millares, 1959-1972 se presenta esta exposición, que muestra la obra gráfica completa del artista Manuel Millares Sall (Las Palmas de Gran Canaria, 1926-Madrid, 1972) y que ha sido comisariada por Alfonso de la Torre. La muestra ha sido organizada por la Fundación Juan March, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y la Fundación Museo del Grabado Español Contemporáneo, con la colaboración de la familia Millares.
Durante toda su trayectoria, Millares tuvo un gran interés por el grabado y las técnicas gráficas en general, un interés derivado de la fascinación que sintió desde niño por los grabados de Goya, especialmente por los Caprichos (1797-1799) y los Desastres de la guerra (1810-1815), que pudo contemplar en las reproducciones halladas en los libros de la casa familiar. Años después, llevaría a cabo sus primeros monotipos, estampaciones únicas que, mediante la aplicación de pigmentos en un plano, se transfieren al papel ejerciendo presión.
La relación del artista con los libros, las revistas y las publicaciones en general serán una constante en el desarrollo creativo de Millares. Es destacable su vinculación a la revista literaria Planas de Poesía (1949-1951), aunque también colaboró con otras muchas iniciativas editoriales. Posteriormente, el diseño de carteles, portadas de libros e ilustraciones para varias revistas –especialmente para las editadas por Ruedo Ibérico– reflejan la importancia de esa relación, que continuó tras su encuentro con Lourdes Castro y René Bertholo, creadores de la revista KWY, con los que Millares colaboró en dos ejemplares realizando una portada serigráfica y un dibujo serigráfico –que aparecieron en los números 5 y 8 de 1959 y 1961, respectivamente–. Ambos números, que pueden verse en la exposición, constituyen los trabajos serigráficos más tempranos del artista, y con ellos se ha querido fijar la fecha inicial de la exposición.
La muestra reúne la integral de la producción gráfica de Millares, unas cincuenta obras en buena parte compiladas en cinco carpetas artesanales realizadas mediante técnicas calcográficas y serigráficas: Mutilados de paz (1965), la primera carpeta serigráfica, estampada por Abel Martín y al cuidado de Gerardo Rueda, contiene cuatro ejemplares presididos por un poema escrito por Rafael Alberti en Roma; Auto de fe (1967), concebida junto a Elvireta Escobio, contiene cuatro grabados a punta seca; Antropofauna (1970) es una carpeta compuesta por cinco aguafuertes estampados por el artista en el taller de Gustavo Gili, con la ayuda de Joan Barbarà, para la colección “Las Estampas de la Cometa”; Torquemada (1970) reúne seis serigrafías, editadas por Juana Mordó y estampadas por Abel Martín; finalmente, Descubrimientos Millares, 1671 o Descubrimiento en Millares 1671. Diario de una excavación arqueológica imaginaria y barroca es la última carpeta, realizada en 1971, y en ella el artista despliega un universo de posibilidades en el que plasma no solo el conocimiento técnico adquirido a lo largo de los años, sino también sus dotes de excelente dibujante. Son doce serigrafías, estampadas por Abel Martín y al cuidado de Ricard Giralt-Miracle, que se conservan en el estuche de madera concebido por otro conquense, Gerardo Rueda. Fue editada por el Museo de Arte Abstracto Español bajo la dirección de su fundador, Fernando Zóbel.
También son muy significativas sus colaboraciones en algunas carpetas memorables, como la dedicada al grupo El Paso (Galleria L’Attico, Roma, 1960); la primera serie gráfica editada en 1964 por el Museo de Arte Abstracto Español o los dos grabados a punta seca realizados para las ilustraciones de los Poemas de amor (1969) de Miguel Hernández, publicados por la editorial Alfaguara dentro de su colección “El gallo en la torre”, que estaba dirigida por Camilo José Cela.
En la muestra se pueden ver además tres carteles serigráficos, el primero editado por Buchholz con ocasión de su exposición en Múnich en 1968; la reproducción de un collage de Millares que fue cartel del museo conquense en 1970, y el afiche de su última exposición en el Musée d’Art Moderne de Paris en 1971. Se exponen también algunas de las pintaderas de barro cocido que forman parte del fondo arqueológico de El Museo Canario de Las Palmas de Gran Canaria. La muestra se cierra con un conjunto de cinco ensayos gráficos –recientemente localizados– creados por el artista en su estudio, y ocho grabados póstumos, con algunas variantes, estampados en el madrileño Taller Mayor 28 con la colaboración de Fernando Bellver y Manolo Valdés. •••