Soledad Becerril

La sede de la Fundación Juan March en Madrid cierra en agosto. Durante el resto del verano, las sedes de Cuenca y Palma acogerán eventos sobre Soledad Becerril o los pianistas Begoña Uriarte y Karl-Hermann Mrongovius.

Nuestra sede madrileña cierra sus puertas este miércoles hasta el próximo 1 de septiembre. Durante el mes de agosto, seguiremos en contacto a través de esta carta, en la que incluiremos recomendaciones culturales y avanzaremos algunos hitos de nuestra programación de otoño. Durante el mes de agosto nuestras sedes en Cuenca y Palma permanecerán abiertas.

Te invitamos a conocer mejor a la primera mujer que ocupó un ministerio desde el retorno de la democracia en 1977. Además, te mostramos una obra de nuestro patio de esculturas, te invitamos a conocer el legado de dos pianistas brillantes y te recomendamos un libro de nuestra biblioteca del patio.

Soledad Becerril

El evento. Soledad Becerril (1944) fue una mujer pionera en muchos ámbitos de la política. Ministra de Cultura en 1981, fue diputada en seis legislaturas, alcaldesa de Sevilla y la primera mujer defensora del pueblo. El 8 de marzo habló sobre su carrera y sobre el papel de la mujer en la sociedad. En este enlace puedes ver esa conversación. Si lo prefieres, puedes escucharla aquí. 

Lo esencial. Becerril, que acaba de publicar estas memorias, habló de sus años en el Congreso y del cambio social que experimentó España durante los 80. A continuación reproducimos algunas de las frases de la conversación:

Sobre las cuotas. «Yo soy partidaria del esfuerzo, del trabajo, de la competencia. Comprendo que en muchas ocasiones las listas cremalleras han forzado eso y seguramente no ha venido mal. Pero lo ideal es que no necesitemos esas listas».

Sobre ser ministra. «Me quedé muy sorprendida por la oferta de Calvo-Sotelo. Mi nombre no había sonado. Era un ministerio con muchas competencias: el cine, el patrimonio, las exposiciones y el deporte».

Sobre sus rivales. «Felipe González tuvo palabras amables. Federica Montseny, que vivía en Suiza, me escribió una carta muy cariñosa que conservo. También Rafael Escuredo, que había sido mi rival en Andalucía».

Sobre la política hoy. «Entonces teníamos enormes discrepancias, pero fueron años de acuerdos y esos acuerdos nos llevaron a tener buenas relaciones».

Un legado a cuatro manos

Los protagonistas. Begoña Uriarte y Karl-Hermann Mrongovius se han forjado un enorme prestigio como pianistas. Juntos y por separado, han tocado en algunos de los mejores festivales del mundo. En esta entrevista Uriarte habla sobre sus orígenes. En este enlace puedes escuchar su grabación de las obras completas de Mendelssohn para piano a cuatro manos.

 
Begoña Uriarte y Karl-Hermann Mrongovius, pianistas

El legado. Uriarte y Mrongovius han interpretado diez conciertos en la fundación. El último, éste que dedicaron a la herencia de Mozart en enero de 2006. Ahora ambos han donado a nuestra biblioteca un legado que incluye partituras marcadas con anotaciones, programas de conciertos, críticas de grabaciones, correspondencia con compositores españoles, fotografías y grabaciones en vivo.

La entrevista. Hace unos días conversamos con los pianistas sobre su extraordinaria carrera y sobre ese legado que custodiará la fundación. En este enlace puedes leer esa entrevista. «El piano es un instrumento que permite transmitir toda tu inspiración. Tiene tantas posibilidades, tantos colores, un rango tan amplio de sonidos…», dice Mrongovius sobre el instrumento al que ambos han dedicado su vida.

Una elegía por la vieja Europa

Una recomendación. En este apartado, Camila Fernández, que trabaja en el departamento de Comunicación y Experiencia de la fundación, recomienda uno de los libros de nuestra biblioteca del patio. Camila ha elegido un relato breve de uno de los mejores escritores austriacos del siglo XX.

Mendel el de los libros. Stefan Zweig. El Acantilado, 2009.

«Canturreando en voz baja y balanceándose a la manera talmúdica, el desaliñado señor Mendel había memorizado títulos, autores y precios durante treinta años, hasta convertirse en una enciclopedia humana, una referencia para los mas distinguidos estudiosos y coleccionistas de toda Europa. En ese tiempo sólo hubo dos constantes en su vida: los libros y una mesa en el Café Gluck. En esta novela breve nos acostumbramos de tal forma a la presencia del librero judío-ruso que se nos olvida que seres excepcionales como él están en vías de extinción. Una delicada trampa con la que Stefan Zweig logra despertar un sentimiento contradictorio, entre lástima por la fragilidad del ser humano y admiración por nuestra inmensa y amenazada capacidad de concentración».

La espiral del viento

El artista.  Hijo del jefe de talleres de unos astilleros, e l escultor canario Martín Chirino (1925-2019) completó sus estudios en ciudades como Madrid, Londres y París. Entre 1958 y 1960 fundó el grupo El Paso junto a otros artistas de su generación. En los 60 su obra se expuso en el MoMA y viajó por primera vez a Nueva York. Falleció en marzo a los 95 años. Éste fue su obituario en El País.

La obra. Chirino terminó en 1977 una espiral en hierro forjado que todavía hoy se puede contemplar en el patio de la fundación. Su título (El viento de Balos) evoca el nombre de uno de los barrancos donde se han encontrado restos del arte primitivo canario. Este texto de Pablo Llorca aporta muchas claves sobre una obra similar del artista que forma parte de nuestra colección. •••