Jan Wouters durante su participación en el debate

En el debate participaron Jan Wouters, miembro del panel de arbitraje en el marco del Acuerdo de Retirada del Reino Unido y la UE, y Swati Dhingra, profesora titular del Departamento de Economía de la LSE

La salida formal de Reino Unido de la Unión Europea el pasado 31 de diciembre de 2020 aún tiene muchos aspectos por resolver. El tema es de especial preocupación sobre todo para los cinco millones de ciudadanos de países de la Unión Europea que viven en Reino Unido. También para el millón de británicos que siguen residiendo en la Unión Europea.

Para analizar la situación actual de las relaciones entre Bruselas y Londres, la Fundación Ramón Areces y Una Europa Alliance organizaron una conversación online sobre ‘El Brexit hoy: la visión de los expertos sobre su desenlace económico y legal’. En ella participaron Jan Wouters, miembro del panel de arbitraje en el marco del Acuerdo de Retirada del Reino Unido y la UE y catedrático de Derecho Internacional y Organizaciones Internacionales de la Universidad de Lovaina; y Swati Dhingra, profesora titular del Departamento de Economía de la London School of Economics (LSE).

Para Wouters, “aún nos quedan muchas letras pequeñas por abordar” que afectan a múltiples sectores, desde los transportes por carretera o la aviación, a la energía, la pesca, etc. “Tenemos que ponernos de acuerdo aún en muchos puntos concretos”, añade. Se refirió al Brexit como “un acuerdo de divorcio” que está acarreando aun mayor burocracia y papeleo. “Ya vimos aquellas largas colas de camiones en la frontera por este motivo, por no tener toda la documentación en regla o actualizada a la nueva situación, y este es uno de los muchos ejemplos de lo que veremos como consecuencia de esa letra pequeña de los acuerdos del Brexit que aún os falta por decidir”, aseguró.

Preguntado por cómo quedará la situación, reconoció que “aún no sabemos quién va a ser el ganador y el perdedor”. “Ya vimos por ejemplo que Reino Unido había alcanzado un acuerdo de libre comercio con Australia al poco tiempo de abandonar la UE y este puede ser el primero de varios acuerdos en este sentido”.

Jan Wouters confió en este debate en la Fundación Ramón Areces en que “se evite una guerra comercial entre Reino Unido y la UE, que podría producirse y debilitarnos”. “No beneficiaría a ninguna de las partes implicadas y quizá sí agradaría a intereses externos que nos quieren ver más divididos aún, que les gustaría ver a Occidente dividido”. Desde su punto de vista, como miembro de esa comisión de arbitraje entre las dos partes, aseguró que hay que “seguir explorando nuevos mecanismos de cooperación y colaboración comercial para evitar problemas en el futuro”.

“Confío en que la situación y la relación se normalice porque lo que vemos ahora desde ambos lados son manifestaciones unilaterales poco flexibles. Nuestras constituciones en su origen fueron distintas pero lo que necesitamos es un Occidente unido para encarar los grandes retos globales que tenemos en el horizonte. Con Reno Unido fuera y una Unión Europea dividida no podremos asumirlos”, concluyó.

Por su parte, la profesora Swati Dhingra, de la London School of Economics, recordó cómo uno de los argumentos principales que alegaba Reino Unido para abandonar la UE era “la excesiva regulación, que entendían como un lastre para el avance de la economía del país”. “Otra de las razones aludidas era que Reino Unido tenía que seguir las directrices de competencia y comercio internacional que marcaba la UE y eso también impedía a Reino Unido establecer relaciones con total libertad y firmar acuerdos comerciales con países que igual estaban creciendo más que la propia UE”.

Y aportó un dato sobre el futuro escenario: “El 96% de los economistas opinan que la salida de Reino Unido de la UE será perjudicial para la economía de Reino Unido”

Como ejemplo del peso que tiene esa regulación de la UE y su impacto en la vida diaria, Dhingra puso ejemplos de precios de un mismo producto en Reino Unido y en la UE. Pero aclaró que esa correspondencia no es del todo real o exacta, porque de igual modo “si comparamos el precio de un juguete fabricado en Alemania con el de otro hecho en China el precio también refleja aspectos como la sostenibilidad, el impacto ambiental y otros muchos aspectos que hay que valorar, no solo si existe una mayor regulación en la UE o en China”.

Por último, esta experta de la LSE aseguró que “después de tantos años de negociaciones y renegociaciones, necesitamos alcanzar un buen acuerdo y alcanzar la situación más productiva para ambas partes”. •••

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