Jorge Sánchez * | Las entidades del denominado ‘Tercer Sector’ aportan en torno al 1,4% del PIB y suponen más del 3% de las personas contratadas en España, es decir, más de medio millón de personas. Estas entidades, por su idiosincrasia, se enfrentan a muchos retos en su día a día: la sostenibilidad económica, por su carácter no lucrativo; la transformación digital… Pero destaca sobre todo un reto que históricamente ha sido clave en el Tercer Sector. Se trata del compromiso con la transparencia y el buen gobierno, a través de un escrupuloso cumplimiento de la normativa aplicable. En España, durante los últimos años, las entidades del Tercer Sector han evolucionado favorablemente para establecer determinadas prácticas en este ámbito, incluyendo en algunos casos situar los criterios ESG en el centro de sus planes estratégicos.
Ese ha sido el caso de Fundación Juan XXIII, que lleva más de 55 años trabajando para la inclusión social y laboral de personas en situación de vulnerabilidad psicosocial, especialmente con discapacidad intelectual y/o enfermedad mental, que ha sido pionera en este sentido. Porque la confianza de todos los stakeholders hay que cuidarla, preservarla, protegerla.
Para ello, contar con certificaciones o sellos distinguidos son un estímulo valioso para fomentar una mentalidad de mejora continua y conseguir la implicación tanto del órgano de gobierno como del equipo directivo y del resto de trabajadores. Pero, además, son de gran utilidad para fortalecer esta confianza con los grupos de interés. Sin duda, las certificaciones que mayor reconocimiento internacional pueden aportar a una entidad son las normas ISO, acrónimo de ‘International Organization for Standardization’. Se trata de un conjunto de estándares que gozan de este reconocimiento y que fueron creados con el objetivo de ayudar a las empresas a establecer unos niveles de homogeneidad en relación con la gestión, prestación de servicios y desarrollo de productos en la industria. Ayudan a mejorar los procesos, servicios y productos y conseguir que el cliente, donante, proveedor o colaborador aumente el grado de confianza en ellos.
Siete certificaciones en toda España
Las normas ISO más habituales en las organizaciones son en materia de Gestión Ambiental (ISO 14001), Calidad (ISO 9001), Seguridad de la Información (ISO/IEC 27001) o Sistema de Gestión de Seguridad y Salud en el Trabajo (ISO 45001). Sin embargo, en relación con las normas de transparencia y buen gobierno, destaca la certificación ISO de Sistemas de Gestión de Compliance UNE-ISO 37301:2021. Esta certificación establece los requisitos de un sistema de gestión para identificar las principales obligaciones que afectan a las organizaciones y realizar un ejercicio de evaluación de los riesgos de su incumplimiento. También, fomenta la cultura de cumplimiento y evidencia, tanto interna como externamente, el compromiso de toda la organización.
Esta certificación es una de las maneras más transparentes y eficaces de mostrar un absoluto compromiso con la cultura del cumplimiento y la transparencia. Porque no solo supone acreditar este compromiso y respeto de la legalidad vigente, sino que también demuestra una cultura corporativa basada en llevar a cabo la actividad empresarial de manera ética, comprometiéndose a cumplir también con normas internas y de buena gobernanza que las entidades se autoimponen.
Fundación Juan XXIII ha obtenido dicha certificación recientemente, siendo la primera entidad del Tercer Sector y la séptima organización en España en conseguirla. Además de un inmenso orgullo, supone una enorme responsabilidad, y la sitúa a la vanguardia de las organizaciones comprometidas con el cumplimiento normativo, la gobernanza y la responsabilidad social. Además, ofrece un camino a seguir para el resto de entidades del sector como ejemplo para promover el avance de las organizaciones en la implantación de una cultura de cumplimiento normativo con la máxima transparencia. •••