Un 43% de las empresas incubadas en viveros y un 38% de las apoyadas por aceleradoras han reducido sus ingresos por el Covid-19
El Vivero de Empresas de la Cámara de Comercio de Santiago (Galicia) es el mejor centro para la creación de empresas en España, según el Ranking de viveros 2021/2022 elaborado por Funcas y la Universidad Rey Juan Carlos. En segunda posición se sitúa el Centro Europeo de Empresas e Innovación de Murcia (CEEIM) y en tercera, el Vivero de empresas de Vicálvaro en Madrid.
La entidad gallega recupera el puesto que ocupó en las ediciones de 2018 y 2019 tras su cuarto lugar el pasado año. En esta edición destaca la dispersión regional de los primeros puestos del ranking global, con solo dos viveros de la misma comunidad autónoma en las 10 primeras posiciones en el caso de Cataluña, País Vasco y Murcia, y un vivero de Galicia, Madrid, Asturias y Comunidad Valenciana.
Por su parte, BerriUp (San Sebastián, País Vasco) lidera el ranking de aceleradoras seguida del Programa Minerva de Sevilla y del Cloud Incubator Hub de Cartagena (Murcia). Destaca el aumento del número de aceleradoras que participan en el informe, al haber pasado de 21 en 2020 a las 34 de la edición actual, lo que evidencia el buen estado de estas entidades.
El ranking de Funcas y la Universidad Rey Juan Carlos I busca ofrecer una radiografía del emprendimiento a nivel nacional y ofrecer una guía a los diferentes agentes del ecosistema al identificar las mejores prácticas desarrolladas por los viveros y aceleradoras líderes. El 43% de los viveros analizados y el 53% de las aceleradoras han logrado que sus emprendedores tengan una tasa de supervivencia de entre el 70% y el 90%.
El informe señala que la presencia de viveros de empresa en España (424) mantiene su consolidación y sedimentación en todo el país. Se han obtenido respuesta de viveros pertenecientes a las 18 autonomías, 15 de estas poseen centros situados dentro de los 25 mejores. En cuanto al perfil de los viveros, el 45,2% está localizado en zona urbana y el 27,4% en polígonos industriales. Respecto a su financiación y gestión siguen destacando las entidades públicas, 25,7% y 55,9% respectivamente, y en particular la figura de los ayuntamientos. El 77,3% tiene menos de cinco trabajadores. El objetivo mayoritario de estas entidades es la creación de empresas viables (85,7%) y, en consecuencia, la generación de empleo (97,6%). Por ultimo, el 83% tienen un foco general.
Aceleradoras cada vez menos privadas
El ranking identifica alrededor de 100 aceleradoras concentradas en las comunidades autónomas de Madrid y Cataluña, seguidas de País Vasco, Comunidad Valenciana y de forma creciente Galicia y Andalucía. Respecto a sus características destaca la juventud, dado que el 74% se puso en marcha a partir de 2013. Un 50% de las aceleradoras tienen su origen en el ámbito privado, porcentaje que disminuye por tercer año consecutivo -57% en el informe pasado y 62% en el anterior-.
Las aceleradoras son entidades pequeñas, el 74% cuenta con plantillas de menos de cinco trabajadores, sus programas de aceleración tienen una duración de entre tres y 12 meses (79%) y seleccionan proyectos mediante convocatorias fijas (64%). La mayoría no tiene ánimo de lucro (74%) y entre sus objetivos prioritarios están el desarrollo económico y del empleo en el territorio donde se implantan y la creación de empresas sostenibles y viables (65%), seguido de la innovación abierta (68%) y la transferencia de tecnología (41%).
El hecho de que no predomine el ánimo de lucro o la rentabilidad explica que únicamente un 12% de las aceleradoras analizadas invierte en las empresas que apoya. El resto no ofrece ningún tipo de financiación (53%), esta es a fondo perdido (32%) o a través de préstamo (3%).
Impacto del Covid-19
El impacto de la crisis provocada por el Covid-19 ha sido moderado tanto en las estructuras de los viveros y aceleradoras como en las empresas y emprendedores que estas entidades apoyan. Los cambios en la demanda de bienes y servicios han afectado casi por igual a las empresas de viveros y aceleradoras. Así, un 43% de las compañías incubadas en viveros han reducido ingresos frente al 38% de las empresas apoyadas en aceleradoras.
Esta reducción ha provocado que los emprendedores realizasen algun ajuste o recorte a nivel salarial o de equipo, pero en muy pocos casos ha supuesto el cese de su actividad. Es decir, son más los emprendedores que han llevado a cabo una reducción de salarios (13% en viveros de empresas y 6% en aceleradoras) y de equipo (un 7% en viveros y un 6% en aceleradoras) para mantener la actividad que los que han tenido quebrado o cesado a causa de la crisis actual (4% en viveros y 0% en aceleradoras). Hay también una minoría de empresas que han salido reforzadas de la crisis del Covid-19. Un 15% de las aceleradoras y un 6% de los viveros analizados han indicado que sus emprendedores han aumentado sus ingresos o crecido durante esta situación.
Por otra parte, entre un 64% y un 69% de los viveros han reforzado las labores de información relativa a convocatorias/subvenciones y el apoyo personalizado para su tramitación. Por el contrario, un 91% de las aceleradoras han intensificado la digitalización de sus servicios, un 79% ha aumentado el uso de herramientas online de comunicación y networking y un 47% ha reforzado la ayuda a sus emprendedores para el rediseño de sus modelos de negocio. Además, en un 71% de los casos, las aceleradoras han intensificado la comunicación a sus emprendedores sobre convocatorias y subvenciones.
La diferencia entre los viveros y aceleradoras en cuanto a la digitalización de los servicios y usos de herramientas online tiene que ver con la propia naturaleza de las entidades. Mientras un programa de aceleración tiene una duración de entre 3 y 12 meses, un emprendedor puede alojarse en un vivero de media durante tres años por lo que el ritmo es mucho más lento. Por ello, es probable que los programas de aceleración se hayan visto más afectados por las restricciones provocadas por el Covid-19.
El 65% de los viveros y el 85% de las aceleradoras han elaborado una normativa especifica adaptada a la situación del Covid-19 para que sus emprendedores puedan hacer uso de las instalaciones garantizando la seguridad. Respecto a la modificación de tarifas, un 68% de los viveros analizados realizaron algún tipo de modificación. La bonificación de un tanto por ciento de la tarifa fue la medida más utilizada (37%) por los viveros para ayudar a sus emprendedores a enfrentarse a la crisis seguida de un aplazamiento del pago (23%). Tras el estado de alarma, la mayoría de los viveros retomaron la normalidad y solo un 16% hizo algún tipo de modificación. •••