El historiador Carlos Álvarez Nogal en la Fundación Ramón Areces

“España demostró que el mundo era circunnavegable gracias al éxito de la hazaña de Magallanes y Elcano”

El historiador Carlos Álvarez Nogal ha impartido en la Fundación Ramón Areces una conferencia sobre ‘El mundo de Magallanes y Elcano antes y después de la primera vuelta alrededor de la Tierra’. Organizada en colaboración con la Cátedra Luis de Camoens de la Universidad Carlos III de Madrid, en ella ha recordado el hito que supuso aquella proeza de la que ahora estamos celebrando sus 500 años (1519-1522). “El viaje no sólo demostró que era posible dar la vuelta al mundo, sino que se podía navegar y que la Tierra era más grande de lo que hasta entonces se pensaba. Sus descubrimientos cambiaron la cartografía del planeta y, gracias a la imprenta, su proeza causó el asombro de toda Europa. También podemos decir que marcó el inicio de la globalización”, ha explicado. “A partir de ahí crecieron las expediciones, la conexión con Asia se volvió directa desde España y fueron aumentando el comercio y el intercambio cultural. Esto último, aunque sea más difícil de medir, tuvo un impacto mayor que el económico. Generó inversiones y se aceleró el descubrimiento de otras zonas. Se había descubierto un nuevo continente y el comercio empezaba a ser realmente global”, ha añadido este catedrático de Historia Económica de la Universidad Carlos III.

Sin embargo, a juicio de Álvarez Nogal, “España aportó mucho más de lo que obtuvo en aquella hazaña”. “Inicialmente se impulsaron nuevas expediciones a las Molucas y se creó la Casa de la Contratación en La Coruña, pero las especias estaban demasiado lejos. Así que el impacto económico de la expedición de Magallanes y Elcano en España fue limitado. Los descubrimientos primero de México y posteriormente de Perú cambiaron las prioridades y desde 1529 España concentró sus recursos en reforzar su presencia en América. Se abandonó temporalmente la exploración del Pacífico hasta que en la segunda mitad del siglo se impulsaron las expediciones a Asia desde México”, ha afirmado. Preguntado por a qué figura contemporánea podría equipararse a Magallanes o Elcano, ha nombrado a empresarios como Elon Musk, creador de Tesla o SpaceX, o el desaparecido Steve Jobs, “visionarios que son capaces de combinar un empeño personal con la capacidad para conseguir financiación para sus proyectos”. ¿A qué dificultades se hubiera enfrentado Magallanes en la actualidad? “Ahora hay mucho más capital, más conocimientos y medios técnicos, así como una mentalidad mucho más abierta en la sociedad, pero el factor humano sigue siendo esencial. Se siguen necesitando personas capaces de arriesgar, que salgan de su zona de confort para alcanzar nuevas metas y que no tengan miedo a traspasar las fronteras de lo que hoy parece imposible”, ha explicado Álvarez Nogal.

Durante su conferencia en la Fundación Ramón Areces, este historiador ha recordado cómo a finales del siglo XV Europa se encontraba en plena expansión comercial y el Mediterráneo se estaba quedando pequeño. “Venecia había logrado dominar esta autopista comercial atrayendo inversores y capital con el que financiar y defender sus principales enclaves en el Este. Los venecianos lograron controlar la mayor parte del comercio de las especias (pimienta, nuez moscada, clavo, jengibre, canela…), pero drenando hacia Asia el escaso metal precioso que entonces producían las minas del continente. A finales del siglo XV conseguir oro, plata o especias se convirtió para muchos en una obsesión. El crecimiento de la población y la expansión del comercio contribuyeron a elevar su valor en toda Europa. Los amplios márgenes de beneficios que se podían lograr tratando con estas mercancías alentaron la búsqueda de alternativas. Portugueses, genoveses, castellanos y alemanes vieron en los viajes de exploración a África y después a América una oportunidad para terminar con el monopolio veneciano y una extraordinaria fuente de beneficios. Desde la península Ibérica Europa se abrió al Atlántico”, ha explicado.

A continuación, ha repasado cómo desde los inicios del siglo XV los expedicionarios portugueses exploraron la ruta africana, alcanzando las fuentes del oro que tradicionalmente llegaba a Europa cruzando el desierto del Sáhara. “Pero no se conformaron. Querían encontrar un camino hacia la India y, desde allí, a las Molucas y a sus preciadas especias. En 1492 Colón le propuso a la Corona de Castilla el mismo objetivo, pero navegando hacía occidente. A partir de entonces España y Portugal compitieron por controlar el Atlántico de forma similar a como lo habían hecho antes los genoveses y los venecianos por el Mediterráneo. Aunque el almirante genovés no logró su objetivo, descubrió un nuevo continente: América. Treinta años más tarde seguía pendiente descubrir la ruta occidental hacia las ansiadas especias. Ese fue el proyecto que Magallanes le propuso en 1518 a Carlos I. El rey de España no dudó entonces en apoyarlo y en coordinar todos los esfuerzos necesarios para hacer realidad esta expedición, cuya financiación contó, desde el primer momento, con el interés de un poderoso grupo de comerciantes burgaleses”.

El viaje no fue para nada fácil. Después de sufrir deserciones, motines, naufragios y muchas penalidades, la expedición logró su objetivo. Navegando siempre hacia poniente, fueron capaces de bordear América del Sur, cruzar el Pacífico y alcanzar las Molucas. “Quienes lograron regresar a España lo hicieron cargados de especias. Magallanes perdió la vida en el intento, pero la hazaña fue completada por el guipuzcoano Juan Sebastián Elcano. Sólo pudo regresar una de las cinco embarcaciones y 18 de los 239 marineros que inicialmente habían salido de Sevilla en 1519”, ha recordado. Álvarez Nogal ha apuntado cómo en aquellos momentos se vivían tiempos convulsos en varios frentes: “Mientras Magallanes navegaba hacia las Molucas, las ideas de Lutero provocaron toda una revolución intelectual y religiosa en el viejo continente, cuestionando dogmas y creencias arraigadas. A los pocos meses de partir la expedición, las ciudades del norte de Castilla se levantaron contra su rey reclamando derechos y libertades. En el ámbito del comercio, Venecia había perdido su monopolio de las especias y el comercio en el Mediterráneo había comenzado su declive con respecto al Atlántico. Se había descubierto un nuevo continente y el comercio empezaba a ser realmente global. El mundo se estaba haciendo más amplio y diverso, al mismo tiempo que también era cada vez más accesible”, ha concluido. •••