El nuevo texto –aprobado ayer en la Comisión de Hacienda del Congreso con el respaldo de todos los grupos a excepción de Vox, que se abstuvo- introduce importantes novedades que ha valorado muy positivamente la Asociación Española de Fundaciones, empeñada en que la norma –presentada por iniciativa del PDeCat y que ahora debe ir al Senado- sea aprobada antes de que concluya esta legislatura.
La reforma aprobada busca fomentar el micromecenazgo y en el IRPF eleva de 150 a 250€ la base de la deducción del 80% que se puede aplica, y eleva del 35 al 40% el porcentaje aplicable al resto. Y puede llegar al 45% – y al 50% para las personas jurídicas- si se repite dos años por al menos el mismo importe.
Amplía además el concepto de donación, que ahora incluirá las de servicios (asesoramiento, publicidad, etc…) y las actividades económicas exentas desarrolladas por entidades sin ánimo de lucro en los ámbitos de “desarrollo e innovación, prestaciones de servicios de inserción sociolaboral de personas en riesgo de exclusión social y de enseñanza y formación profesional vinculadas a estudiantes de altas capacidades”. Y refuerza el automatismo por aplicar exenciones de tributos de competencia local a los bienes de entidades sin ánimo de lucro.
Según la Asociación Española de Fundraising, que calcula que el 39% de los españoles colaboró el año pasado con alguna Entidad No Lucrativa, “la nueva ley nos brinda una oportunidad única para mejorar el posicionamiento global de España en filantropía. Esta reforma incrementa los incentivos fiscales de millones de ciudadanos y empresas que ya colaboran anualmente con las causas de interés general. Desde la AEFr estamos seguros que la ciudadanía y a las empresas responderán, como siempre, incrementando su nivel de aportaciones a las entidades sin ánimo de lucro gracias a estos nuevos incentivos”.
Se estima que el total del sector fundacional en España generó más de 27.000 millones de euros de valor añadido en 2020 (2,4% PIB), y más de 550.000 puestos de trabajo.
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