Debate en la Fundación Ramón Areces con Pablo Martín-Aceña, Ángeles Pons Brías, Jordi Maluquer de Motesy Miguel Jerez

La Fundación Ramón Areces ha reunido a tres historiadores económicos para buscar similitudes entre la crisis actual provocada por la pandemia y las más recientes.

 

Bajo el lema ‘Las crisis económicas a lo largo del siglo XX’, han intervenido María Ángeles Pons Brias, catedrática del Departamento de Análisis Económico de la Universidad de Valencia; Jordi Maluquer de Motes, catedrático emérito de Historia Económica de la Universidad Autónoma de Barcelona y Pablo Martín-Aceña, catedrático de Historia e Instituciones Económicas en la Universidad de Alcalá de Henares, que ha ejercido de moderador. Los tres han coincidido en la necesidad de aprovechar las lecciones de las crisis precedentes para asegurar una salida correcta del actual colapso de oferta y demanda. También reclaman rigor y seriedad en la gestión de los fondos de reconstrucción.

Jordi Maluquer de Motes ha considerado que “el daño que podemos hacer con una gestión incorrecta, equivocada, cortoplacista, incluso poco honesta, de los fondos de reconstrucción, que van a ser ingentes, nos van a afectar solo a nosotros”. “Estamos seguros de que en países de Asia van a gestionar sus recursos con extremo cuidado. Podemos poner de ejemplo países donde nadie obligada a ponerse la mascarilla y ya todo el mundo la llevaba, donde nadie obligó a hacer confinamiento y todos se confinaban. Esto no ha pasado en Europa. Europa ha demostrado una falta de madurez frente a la pandemia”, ha añadido. En la misma línea se ha pronunciado María Ángeles Pons Brias: “Ahora hemos reaccionado con mucha más celeridad que a las crisis anteriores. Pero tenemos mucho en nuestras manos. Lo que vamos a hacer con esa ingente cantidad de recursos es fundamental. Si lo utilizamos para hacer banquitos y rotondas, no vamos a mejorar en nada y la situación será muy complicada en los próximos años. Es crucial ser eficaz y pensar con la cabeza fría que nos estamos jugando el futuro de nuestros hijos y de nuestros nietos. Creo que se merecen que, dado que hemos dado los primeros pasos en la dirección adecuada, sigamos en esa dirección, porque las posibilidades de equivocarse son muchas”. Martín-Aceña ha destacado que “la pandemia ha provocado la recesión más profunda desde la II Guerra Mundial e incluso con mayores efectos que la Gran Recesión de 2008-2014”. 

En este coloquio online, los tres economistas han repasado lo sucedido en las tres principales crisis económicas del siglo XX, la de la primera postguerra mundial, principios de los años veinte; la de 1929 y la Gran Depresión de la década de 1930, y la de los años 70, surgida a raíz de la brusca subida de los precios del petróleo y de las materias primas. También ha habido tiempo para hablar de la primera crisis del siglo XXI, entre los años 2008 y 2014. “Siempre pensamos que la crisis que tenemos delante es diferente a las anteriores, pero ahora por ejemplo no estamos ante una crisis demográfica. Esta pandemia no va a quebrar las grandes instituciones del mundo moderno actual, sobre todo la democracia, la libre competencia, nuestra libertad…”, ha asegurado Martín-Aceña.

Para Jordi Maluquer de Motes, “en efecto, esta crisis es diferente porque no ha sido generada de forma endógena por la propia economía, sino que resulta de una crisis sanitaria, que no tiene mucho que ver con la dinámica de los factores económicos precedentes”. “De hecho, estábamos viviendo una época de expansión tras la crisis de 2008-2014. También es nuevo el fenómeno del gran confinamiento y del teletrabajo”, ha afirmado. Entre las lecciones aprendidas, ha señalado que el Producto Interior Bruto (PIB) se ha demostrado como el “indicador económico de referencia indiscutible”. “Pocos conceptos como el PIB han sido tan denostados por la Historia. Se le ha buscado todo tipo de defectos. Ahora sabemos que todos esos indicadores sustitutivos del PIB eran broma y que no sirven para nada, incluso el índice de desarrollo humano que aceptó la ONU no ha servido para valorar la gravedad de la situación. Una de las cosas que esta pandemia desgraciada ha traído de bueno es confirmar que el PIB es el indicador global para el análisis de la economía”, ha asegurado.

Sobre el teletrabajo, María Ángeles Pons Brias ha recordado que tampoco es algo nuevo y ha apuntado a otra crisis económica como la precursora de esta fórmula, la provocada en los años 70 por la subida de los precios del petróleo: “En aquel momento, hubo desequilibrios externos muy importantes porque los países productores de petróleo tuvieron superávits de recursos y el resto nos enfrentamos a fortísimos desequilibrios. Hay diferencias muy notables con la crisis actual. La primera vez que se habló de teletrabajo fue entonces, cuando un físico de la NASA en 1974 publicó un informe en el que planteaba las ventajas de trabajar desde casa, con el ahorro energético fundamental que ello suponía. Ya hizo un primer experimento exitoso para una empresa de seguros en 1976 y a partir de los 80, empresas como IBM empezaron a fomentar esta fórmula del teletrabajo”.

Para esta catedrática del Departamento de Análisis Económico de la Universidad de Valencia, esta crisis es diferente a las anteriores porque el origen es muy distinto y no tiene nada que ver, de momento, con el sistema financiero. “Ha afectado más al sector servicios que al industrial. No sabemos si vamos a ver un mundo nuevo tras esta crisis. Es pronto para saberlo. Todo va a depender del tiempo que dure esta pandemia. Muchas empresas españolas no van a ser capaces de sobrevivir. Sí sabemos que muchas cosas de nuestro estilo de vida van a cambiar, como el teletrabajo. La enseñanza que debemos aprender de las anteriores crisis económicas con respecto a ésta es sobre su salida. En 1929 no fueron capaces de saber a qué se enfrentaban y pusieron en marcha recetas y políticas equivocadas, que iban cambiando. En 1973 sucedió lo mismo y en 2008 nos embarcamos en muchos errores”, ha añadido.

La salida de la crisis ha surgido en varios momentos de esta conversación online. “Me parece admirable el caso de Italia: visto que los partidos políticos no podían ponerse de acuerdo, con continuas disputas por los cargos, el Presidente de la República ha buscado una mano neutral y ha colocado a los partidos en una situación tan comprometida que tenían que aceptar esa salida. De lo contrario, hubieran quedado ante la sociedad como los culpables. La gestión de los fondos que va a tener Italia va a estar dirigida desde la neutralidad y la experiencia. Me parece muy sabia esta salida dirigida por Mario Draghi. Así se utilizarán los fondos para la recuperación y no para alimentar el clientelismo. No sabemos cómo se va a hacer en España, no lo sabe nadie”, ha asegurado Maluquer de Motes. “Hay que reclamar la salida de la crisis con rigor y seriedad y no desde la batalla política diaria. Tenemos que aprovechar el momento para corregir errores del pasado, como esas autopistas que no recorre nadie, esos aeropuertos cerrados sin movimiento, incluso algunas de las líneas del AVE que no tienen justificación económica… Los recursos son escasos y hay que utilizarlos bien”, ha concluido. •••