Sede Roche Farma
Las medidas implantadas por la compañía han hecho posible reducir en casi un 30% las emisiones de CO2 por empleado en los últimos cinco años.
Combatir el cambio climático y lograr un desarrollo verdaderamente sostenible son objetivos que deben formar parte de cualquier actuación humana, y en especial de la actividad empresarial y la producción de cualquier bien o servicio, entre ellos los medicamentos innovadores. Es por ello que Roche desarrolla en la actualidad distintas iniciativas, tanto a escala global como en España, para minimizar el impacto medioambiental de su actividad y realizar su labor en beneficio de los pacientes de forma respetuosa con el medio ambiente y tratando de reducir al mínimo la emisión de gases de efecto invernadero.
Estas actuaciones están alineadas con los objetivos marcados por la Conferencia de las Partes (COP) de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre cambio climático (UNFCCC), que celebra desde este lunes en Madrid su 25º Reunión Anual, una cita que congregará a más de 20.000 asistentes bajo el lema #TiempoDeActuar.
Teniendo en cuenta que gran parte de las emisiones de gases de efecto invernadero, como el CO2, proceden de la combustión de combustibles fósiles para producir electricidad, lograr ahorrar energía y mejorar la eficiencia en su uso permite reducir las emisiones de estos gases y otros contaminantes y mejorar la calidad del aire, un objetivo que es responsabilidad de todos.
Las actuaciones puestas en marcha por Roche demuestran, además, que este esfuerzo reduce los costes operativos de la compañía, incrementa el margen de beneficio y refuerza el papel de la empresa como organización ambientalmente responsable. En concreto, las actuaciones puestas en marcha han hecho posible, entre otros avances, reducir en un 29% las emisiones de CO2 por empleado en los últimos cinco años. Solo en 2018, cuando la compañía creció un 7%, las emisiones del total de gases de efecto invernadero se redujeron en un 2,1%, lo que refleja que el compromiso medioambiental es compatible con los buenos resultados empresariales.
En este contexto, Roche trabaja de forma constante en la mejora de la eficiencia energética y la sustitución paulatina de las fuentes de energía que liberan gases de efecto invernadero por otras más respetuosas con el medio ambiente, tratando de eliminar completamente la emisión de estos gases, o minimizarla cuando esto no es posible completamente, como ocurre con los hidrofluorocarbonos o los perfluorocarbonos que se utilizan sobre todo con fines de refrigeración.
Una de las compañías más sostenibles del mundo
Todas estas variables son monitorizadas constantemente por el Grupo de Seguridad, Salud y Protección del Medio Ambiente (SHE) de Roche, que dispone también de un protocolo específico, el Inventario de Gases de Efecto Invernadero, que contabiliza las emisiones de este tipo de gases (en toneladas de CO2 equivalentes) que se producen como resultado de la actividad de la compañía. Todo ello permite poner en marcha programas con objetivos concretos que, sin perder de vista el largo plazo, pueden ser evaluados de forma constante a través de los resultados obtenidos en el medio plazo.
Entre estos objetivos figuran, por ejemplo, reducir en un 50% el desecho de productos químicos entre 2015 y 2020; entre un 20% y un 90% el uso de distintos refrigerantes halogenados; y en un 15% las emisiones de gases de efecto invernadero para 2025. Paralelamente, se prevé también aumentar hasta el 23% el uso de energías sostenibles al término de 2019.
Un buen ejemplo de este tipo de actuaciones se puede encontrar en la sede principal de Roche en Madrid, situada en la calle Ribera del Loira, donde la climatización usa solamente gases naturales respetuosos para la atmósfera y hay instalados 17 paneles solares que cubren la demanda del 60% de agua caliente. Toda la iluminación es LED, con lo que se reduce el consumo y se prolonga la vida útil de los consumibles, mientras que el 100% de la electricidad contratada procede de energías renovables.
Todo ello, unido a una política de transporte que incentiva el uso del transporte público a través de subvenciones y apuesta por la adquisición de vehículos sostenibles, con 20 puntos de carga para vehículos eléctricos y un parking de bicicletas gratuito; más otras medidas como sistemas que permiten el uso eficiente del agua, la eliminación de plásticos de un solo uso dentro del edificio y utilización de productos de limpieza y jardinería respetuosos con el medio ambiente han hecho posible que esta instalación se haya convertido en uno de los tres únicos edificios en Madrid con certificación LEED Platino.
Por último, no hay que olvidar que, junto con su importante impacto sobre el clima y los ecosistemas, el fenómeno del calentamiento global, y en especial consecuencias del mismo como temperaturas extremas y elevaciones del nivel del mar, pueden afectar también a la actividad de compañías farmacéuticas como Roche, tanto en sus instalaciones como en el transporte y suministro de materiales.
Es por todo ello que la compañía mantiene como objetivo a largo plazo reducir a cero las emisiones de gases de efecto, sobre todo a través de una reducción del 50% del consumo energético y del uso de energías limpias para el otro 50% restante. Todo ello ha hecho posible que Roche figure entre las compañías más sostenibles del mundo según los Índices de Sostenibilidad Dow Jones que, entre otros aspectos como el acceso a los medicamentos o la actividad investigadora, reflejan el compromiso global de las empresas con el medio ambiente. •••