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En España, las mujeres desempeñan dos de cada tres de los empleos en los departamentos de I+D de las compañías.
El pasado 11 de febrero se celebraba el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Con el fin de lograr el acceso y la participación plena y equitativa en la ciencia para las mujeres y las niñas, la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) decidió, en 2016, proclamar el 11 de febrero bajo este nombre. En la actualidad, menos del 30% de los investigadores en todo el mundo son mujeres.
“Para estar a la altura de los desafíos del siglo XXI, necesitamos aprovechar todo nuestro potencial. Ese esfuerzo exige desmontar los estereotipos de género. En este Día Internacional de las Mujeres y las Niñas en la Ciencia, hemos de asumir el compromiso de poner fin al desequilibrio de género en esta disciplina”, declara António Guterres, secretario general de la ONU.
Asimismo, el artículo 16 del Reglamento Europeo 1291/2013 -el que desarrolla el programa Horizonte 2020- recoge que “se garantizará la promoción eficaz de la igualdad entre hombres y mujeres y de la dimensión de género en el contenido de la investigación y la innovación. Se prestará especial atención a garantizar el equilibrio entre los sexos (…). La dimensión de género se integrará adecuadamente en el contenido de investigación e innovación de las estrategias, programas y proyectos, y se hará un seguimiento de la misma en todas las etapas del ciclo de investigación”.
Con este posicionamiento de la ONU y de las autoridades europeas, se quiere reparar la brecha de género que en muchos países del mundo existe en la participación de las mujeres en el ámbito de la investigación, a pesar de que la inmersión de las mujeres en las carreras de grado superior ha aumentado enormemente.
Este no es el caso de la industria farmacéutica, que se ha convertido en los últimos años en un referente para la integración de la mujer en el terreno de la I+D. En el caso de España, las mujeres desempeñan hoy un papel medular en las compañías innovadoras. Ocupan dos de cada tres puestos (el 63,7%) en el área de I+D de las compañías farmacéuticas, incluso por encima del 52% del conjunto de los puestos de trabajo que desempeñan en el sector, que destaca además por su empleo de elevada calidad y cualificación.
Las cifras también son alentadoras en el marco europeo, donde el 46% de los profesionales de los laboratorios son mujeres, de los 760.000 puestos de trabajo que genera el sector en Europa, según datos de la Federación Europea de la Industria Farmacéutica Innovadora (Efpia).
Cabe destacar también que, en España, aparte de la industria farmacéutica innovadora y del sector de la confección (59%), ningún otro sector productivo supera el 50% de empleo femenino.
Un ejemplo en puestos directivos
Por otro lado, la labor de la mujer está siendo reconocida al más alto nivel en este sector. Los comités de dirección de las compañías farmacéuticas cuentan con un 41,3% de mujeres, es decir, 3,4 veces más que la media de las grandes empresas del IBEX-35, que es del 12,1%. Estas cifras consolidan a la industria farmacéutica, que da empleo directamente a más de 41.000 personas (el 94% de ellas con contratos indefinidos), como sector de vanguardia en España en el avance hacia la igualdad entre mujeres y hombres en el ámbito laboral.
“Ahora hay mujeres dirigiendo compañías que pueden servir de ejemplo y de inspiración para todas esas chicas que empiezan y tienen que creerse que pueden llegar también”, declaraba al mismo medio Marieta Jiménez, entonces presidenta y directora general de Merck en España y hoy vicepresidenta para Europa de Biofarma en la citada compañía. •••