Según la Encuesta Funcas sobre Educación Financiera en las Familias, realizada entre el 17 de noviembre y el 2 de diciembre a 1.500 padres y madres que conviven con algún hijo o alguna hija de entre 11 y 22 años, el 88% de los preguntados enseña a sus hijos a ahorrar
Los entrevistados también declaran confiar en sus hijos y sus hijas en lo que respecta al uso responsable del dinero que manejan. Un 56% confía «siempre» en la responsabilidad de sus hijos e hijas en este asunto y un 41%, «la mayoría de las veces». Puesto que prácticamente todos los encuestados (97%) señalan a la familia como principal responsable de «enseñar a los niños y los jóvenes los conocimientos necesarios para administrar bien sus ingresos y gastos cuando son adultos», cabe afirmar que los padres y las madres están satisfechos con las enseñanzas que proporcionan a sus vástagos en cuestión de educación financiera.
De hecho, un 88% de los encuestados dice enseñar a sus hijos a ahorrar. También se acercan a nueve de cada diez quienes afirman que hablan con sus hijos «mucho» o «bastante» sobre los riesgos de gastar el dinero en cosas que no se necesitan (88%) y de «gastar dinero por encima de sus posibilidades» (84%). Una proporción aún mayor declara recordar a menudo a sus hijos que «no todo se puede tener en el momento que se quiere» (96%).
Sin embargo, esta conciencia de que transmiten valores para una adecuada educación financiera choca con algunas evidencias destacables. Así, por ejemplo, del total de padres y madres con hijos e hijas que están estudiando (1.408), más de la mitad (59%) no les da «una asignación periódica para sus gastos personales» (entre los menores de 15 años la proporción de los entrevistados que no dan a sus hijos una asignación periódica supera las tres cuartas partes). Por tanto, la mayoría renuncia a ofrecer a sus hijos e hijas unos recursos determinados y previsibles para organizar sus comportamientos de gasto y ahorro (y sugieren que muchos hijos e hijas reciben el dinero «a demanda»). Entre los encuestados que sí dan esa asignación (40%), la mayor parte reconoce hacerlo en mayor medida para que sus hijos e hijas cubran sus gastos de ocio (78%) que para que aprendan a «ahorrar» (53%), para que se hagan cargo de algunas cosas pequeñas que necesitan regularmente (46%) o para que aprendan a «gestionarse/administrarse» (3%). El importe medio semanal de esa asignación asciende con la edad (hijos menores de 15 años: 8 euros; 15-18 años: 17 euros; más de 18 años: 38 euros).
Ingresos y gastos muy reservados
La encuesta permite concluir que en buena parte de las familias, los adolescentes permanecen ajenos a las conversaciones sobre temas relacionados con la economía familiar. Así, aproximadamente la mitad de los padres y las madres hablan «a menudo» con sus hijos e hijas sobre su trabajo o profesión, pero en mucha menor medida sobre los ingresos y los gastos del hogar, así como sobre los impuestos que se pagan.
En efecto, un 59% de los entrevistados con hijos menores de 15 años habla con ellos «rara vez» o «nunca» sobre «los ingresos que entran al mes en su hogar», y también un 59% da la misma respuesta cuando se pregunta por la frecuencia con la que hablan sobre «los impuestos que se pagan en su hogar». Las conversaciones sobre «los gastos corrientes del hogar» son algo más frecuentes, pero tres de cada diez entrevistados (30%) reconocen no traer a colación estos temas cuando hablan con sus hijos e hijas menores de 15 años. Estos porcentajes caen a medida que aumenta la edad de los hijos, lo que indica que los padres y las madres «familiarizan» más a sus hijos e hijas con estas cuestiones de economía doméstica a medida que crecen. Pero todavía entre los encuestados con hijos mayores de 18 años, aproximadamente un tercio sortea el tema de los ingresos del hogar (31%) y los impuestos (34%) cuando habla con sus hijos, y una cuarta parte tampoco les habla sobre el coste de «los estudios que cursan o han cursado» (24%), mientras que cerca de una quinta parte les habla «rara vez» o «nunca» sobre los gastos del hogar (18%). •••