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La pandemia continúa y con ella el “apagón digital” para muchos estudiantes que no tienen recursos. Necesitamos tu ayuda para dotar a los jóvenes de las herramientas necesarias de estudio y combatir la desigualdad educativa. 

Entre mascarillas, grupos reducidos y clases híbridas (online y presenciales) han comenzado casi todos los programas de formación en la Fundación Tomillo. Estudiantes y profesores han regresado a las aulas con mucha ilusión por iniciar un nuevo periodo escolar, pero también con incertidumbre por nuevos posibles confinamientos y con preocupación ante la imperante necesidad de conseguir más dispositivos móviles para que nadie se quede fuera durante las clases virtuales.  

Por ello Fundación Tomillo hace un nuevo llamamiento a la colaboración ciudadana y empresarial para poder seguir solventando la situación de desigualdad educativa que genera la pandemia. Según los cálculos, para este nuevo curso, se necesitan 307 dispositivos móviles (225 ordenadores portátiles y 82 tablets) para cubrir las necesidades de los estudiantes en riesgo de exclusión, lo que supone una inversión de unos 168.000€. 

“Somos conscientes de que en cinco semanas o un año no se solucionan los problemas de desigualdad educativa sino que es vital el acompañamiento constante por parte de la escuela, la familia, las instituciones y las entidades sociales, que en situaciones como el confinamiento, generamos un rol de mediadores con la comunidad educativa para dar apoyo a los niños, niñas y jóvenes”, ha señalado Ana Tejedor, directora del Área de Escuela y Comunidad de Tomillo.   

A parte de la Formación Profesional y los programas de formación para el empleo, también se han iniciado las actividades relacionadas con el apoyo a la infancia, como es el refuerzo educativo de niños y niñas provenientes de entornos vulnerables. Estas actividades integran a más de 400 jóvenes y sus familias, implicando a unos 100 centros educativos del Sur de Madrid, situados en los distritos de Usera, Villaverde, Carabanchel, Latina, Vallecas y San Blas. El propósito principal de esta iniciativa es luchar en contra del abandono prematuro de la escuela y también combatir la brecha educativa y digital, que se han potenciado aún más debido a la crisis sanitaria.  

Cuando comenzaron los confinamientos, se produjo un “apagón digital” en hogares que carecían de dispositivos móviles, conexión a internet y de las competencias digitales necesarias para conectarse a las clases online. Por esta razón, con el Fondo de Emergencia de la Fundación y la colaboración de organizaciones privadas, se pudo paliar la situación apoyando a 526 familias; se entregaron 337 dispositivos móviles (ordenadores, tablets y móviles) a los estudiantes; se realizaron 228 nuevos accesos a internet y se repartieron 109.000 euros en ayudas, para cubrir las necesidades más urgentes de las familias en situación precaria. Además de estas acciones, Fundación Tomillo prestó a los alumnos los equipos de sus aulas para que pudieran seguir conectados desde casa y ahora hace falta recuperarlos para poder seguir con el formato semipresencial de las clases.  

La rápida acción de estos últimos meses ha hecho posible que la mayoría de los estudiantes hayan podido continuar con éxito los estudios. En este curso, que acaba de comenzar, la matriculación ha sido exitosa, las plazas de formación han sido ocupadas por completo y el apoyo escolar sigue teniendo altos índices de alcance dentro de la población que necesita apoyo, pero aun hacen falta más ayudas para ofrecer una educación de calidad e igualitaria. •••