La Fundación Weber y Farmaindustria presentan el informe «El valor del medicamento desde una perspectiva social 2024», que analiza, a través de la evidencia científica, el valor clínico, económico y social de los nuevos fármacos. Un estudio en España estima que aumentar un 10% las tasas de adherencia de cuatro enfermedades crónicas (diabetes, enfermedades cardiovasculares, EPOC y depresión mayor) ahorraría más de 500 millones de euros al año en costes sanitarios directos. El informe refleja que el 75% del aumento de la esperanza de vida se debe a la innovación terapéutica. Cada empleo directo en el sector farmacéutico genera otros cuatro puestos de trabajo indirectos e inducidos adicionales.
Los medicamentos representan un claro ejemplo de los beneficios tangibles que la innovación aporta al bienestar social. En las últimas décadas, la introducción de nuevos fármacos ha desempeñado un papel crucial en la mejora de la esperanza de vida, la salud poblacional y la calidad de vida de la población. Estos avances han sido fundamentales para curar o prevenir enfermedades, reducir síntomas, mejorar la super–vivencia, agilizar los procesos de tratamiento y recuperación, así como para minimizar los efectos adversos y ofrecer formas alternativas de administración que mejoren la adherencia. Desde una perspectiva más amplia, las innovaciones terapéuticas ejercen un impacto significativo en los sistemas de salud, modelando su estructura, dinámica y sostenibilidad.
En este contexto, los medicamentos emergen como herramientas sumamente útiles para potencialmente optimizar los recursos sanitarios, al permitir prevenir o tratar de manera más efectiva una variedad de patologías específicas. Esta eficacia se traduce en una potencial reducción del uso de recursos tanto sanitarios (como hospitalizaciones, visitas médicas o pruebas diagnósticas) como no sanitarios (incluyendo cuidados personales). Esta disminución puede liberar recursos para otros propósitos y puede generar ahorros potenciales en el sistema. Asimismo, la mejora clínica derivada de la innovación farmacéutica puede tener un impacto positivo en la productividad laboral del paciente, disminuyendo tanto el absentismo como el presentismo.
Por otra parte, los medicamentos ocupan un lugar destacado en el avance del conocimiento y desempeñan un papel fundamental en la configuración y evolución futura de la tecnología en la sociedad. La industria farmacéutica figura entre los sectores más innovadores y dinámicos de la economía, generando tanto valor agrega-do como empleo altamente especializado. Este sector, caracterizado por su elevado nivel de especialización, ofrece un retorno social significativo de la inversión en capital humano y ejerce un poderoso efecto tractor sobre otros sectores económicos, multiplicando así sus impactos positivos en la economía.
Por lo tanto, la evaluación del valor social de la innovación farmacéutica implica considerar su impacto tanto en los resultados en salud y la calidad de vida de los pacientes, como en la reducción de los costes individuales y sociales, que incluyen mejoras en la productividad laboral, además de su contribución al desarrollo económico global. En 2018, la Fundación Weber lanzó el Informe «El Valor Social del Medicamento desde una Perspectiva Social», con el fin de ofrecer una visión general del valor económico, clínico y social de las innovaciones farmacéuticas en las sociedades occidentales, basado en datos y evidencia hasta septiembre de 2017. El vertiginoso avance de las innovaciones farmacéuticas hizo oportuno publicar en 2021 una actualización del informe original, revisando los datos más recientes, recopilando nueva evidencia y destacando experiencias de éxito innova-doras en el campo de las innovaciones farmacéuticas, enfocadas en la salud, la calidad de vida y la eficiencia del sistema sanitario.
Ahora, tres años después, llevamos a cabo una nueva actualización del trabajo, para resumir los avances producidos entre 2021 y 2024 y presentar ejemplos recientes de la contribución de los medicamentos al valor social. El informe se ha elaborado a través de una revisión narrativa de la literatura, que incluye publicaciones científicas, fuentes de literatura gris y documentos de organismos relevantes, como asociaciones empresariales, la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) o la Comisión Europea, con datos recopilados hasta febrero de 2024. Para el análisis de la contribución a la economía, se consultaron bases de datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística, Eurostat y SABI, entre otras.
En la elaboración del informe, se ha dado prioridad a la información relacionada con España y la Unión Europea (UE), sustituyendo las referencias a estudios recogidos en los informes previos por evidencia más reciente y relevante para el contexto español y europeo, evitando así la excesiva longitud del informe final. En 2018 se publico el primer informe sobre el valor social de los medicamentos, que fue actualizado en 2021. Ahora, tres años después, conviene volver a actualizarlo, para revisar los datos mas recientes y analizar la nueva evidencia publicada. La estructura del informe sigue siendo similar a la del informe preliminar, con tres capítulos centrales.
El primero de ellos examina el valor de la industria farmacéutica en términos de su contribución a la economía nacional, abarcando aspectos como la creación de empleo, el valor añadido, la investigación y desarrollo, el comercio exterior y la recaudación impositiva, con un énfasis en los efectos de arrastre sobre otros sectores económicos. El segundo capítulo explora el impacto de la introducción de los nuevos medicamentos en la eficiencia del sistema sanitario y de la sociedad en general, revisando situaciones donde los fármacos han conducido en ciertos casos a un ahorro de costes sanitarios o indirectos. Dos secciones específicas se enfocan en el papel de la adherencia al tratamiento y en el efecto de las vacunas en el consumo de recursos, respectivamente. El tercer capítulo, el más amplio, repasa los principales avances en tratamientos hasta la fecha, evaluando sus efectos en los resultados de salud y en la calidad de vida de los pacientes. Comienza con un análisis general y posteriormente se profundiza en los resultados específicos obtenidos en diversas enfermedades crónicas, como el virus de la inmunodeficiencia humana/síndrome de inmunodeficiencia adquirida (VIH/SIDA), cáncer, enfermedades cardiovasculares, diabetes mellitus, artritis reumatoide, trastornos mentales o migraña, por mencionar algunas.
En esta edición, se agrega una nueva sección sobre otras enfermedades inmunomediadas dermatológicas. Finalmente, el informe concluye con un breve resumen de los hallazgos y reflexiones más relevantes. Además, en la versión digital, se incluye un anexo con una serie de fichas resumen sobre las publicaciones clave en esta revisión. Estas fichas proporcionan una síntesis de la publicación original, junto con un breve comentario destacando su importancia, con enlaces automáticos a lo largo del documento para acceder a ellas, indicados con el símbolo:
Acceder al informe:
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