Cada euro en producción genera entre 1 y 2 adicionales en otros sectores, y cada empleo directo origina hasta 4 indirectos e inducidos

El informe de la fundación Weber y Farmaindustria, titulado: ‘El valor del medicamento desde una perspectiva social’, habla sobre cómo la industria farmacéutica está llamada a jugar un papel crucial en la reactivación económica y social de España. Tras su protagonismo en la lucha global contra la pandemia, al ser el país líder en Europa en ensayos de tratamientos contra el coronavirus, esta industria se per­la ahora como uno los sectores estratégicos para contribuir a la reactivación y a enriquecer el modelo productivo.

Las compañías farmacéuticas tienen capacidad de aportar soluciones en tres grandes ámbitos económicos: empleo de calidad, producción propia y exportación, y una apuesta decidida y continuada en el tiempo por la inversión en I+D.

Para los autores del informe, la industria farmacéutica es un pilar fundamental dentro de la economía española, no solo por su capacidad de crear empleo de calidad y su alta productividad sino también por su efecto arrastre en I+D y el aumento de la competitividad exterior que produce en el resto de los sectores de la economía española.

Y para demostrarlo, unos datos signi­ficativos: las empresas farmacéuticas representan solo el 0,2% de las empresas industriales del país, pero generan el 2% del empleo, el 2,2% de la cifra de negocios, el 3,3% del valor añadido, el 4,9% de las exportaciones y el 18,9% de la inversión en I+D de los sectores industriales.

Empleo de calidad y generador de nuevas contrataciones

En materia de empleo, el informe señala que en España la industria farmacéutica da empleo actualmente de manera directa a 45.216 personas. Según resultados de la encuesta de empleo de Farmaindustria, el 62% de esos empleados cuentan con estudios universitarios, lo que supone una proporción superior a la media de la economía nacional, que está en el 43%.

Otro dato relevante es que se trata del sector de alta tecnología que más empleo genera, con un 47% del total, seguido del sector de productos informáticos, electrónicos y ópticos (28%) y del sector aeronáutico (25%). Además, es un sector referente en empleo femenino: más de la mitad de los puestos de trabajo (el 52%) están ocupados por mujeres, frente a solamente un 26% en la industria manufacturera general.

Respecto a su efecto de arrastre sobre otros sectores económicos, el informe estima que, en Europa, por cada empleo directo generado por la industria farmacéutica se generan 2,9 empleos adicionales (1,2 indirectos y 1,7 inducidos). En España este efecto es aún más acentuado, ya que para cada empleo directo se generan 4 empleos más (1,5 indirectos y 2,5 inducidos).

El ‘Efecto arrastre’ de la producción y la exportación

El informe ‘El valor del medicamento desde una perspectiva social 2021’ de la Fundación Weber, destaca que, dadas las características de sus productos y de sus trabajadores, la industria farmacéutica es un sector industrial de alta generación de valor añadido (que es el valor neto de los bienes producidos) y de valor de producción (el valor bruto de los bienes producidos valorado a precios de venta), que cuenta además con un importante efecto arrastre sobre otros sectores económicos interrelacionados.

Se estima que actualmente existen en España unas 366 empresas fabricantes de productos farmacéuticos, que generan un valor añadido cercano a los 5.000 millones de euros, un 3,3% del total generado por la industria manufacturera.

En cuanto a la producción, la industria farmacéutica en España produce medicamentos por un valor cercano a los 15.000 millones de euros, con un promedio de crecimiento anual constante del 2,3%. Además, y al igual que ocurre con el empleo, la producción del sector tiene un importante efecto arrastre en otros sectores. Cada euro en producción de la industria farmacéutica en nuestro país genera entre 1 y 2 adicionales en otros sectores.

En exportaciones de alta tecnología, la industria farmacéutica se encuentra en el segundo lugar, con el 23%, solo superado por el sector de la construcción aeronáutica y espacial.

Una referencia en inversión en I+D

La inversión en I+D, por otro lado, sigue siendo la gran seña de identidad de este sector en España. La industria farmacéutica se caracteriza por su alta intensidad en I+D, dado que la llegada de nuevos medicamentos no es posible sin una gran inversión previa en investigación.

Durante los últimos 20 años, según recoge el informe, la inversión del sector farmacéutico en I+D+i ha aumentado a un ritmo medio del 7% anual, un crecimiento muy superior al producido en el total del sector industrial, que aumentó sólo un 2% medio anual. Así, la inversión en investigación y desarrollo de medicamentos de las compañías farmacéuticas en España alcanzó en el año 2019 los 1.211 millones de euros, lo que supone un récord histórico y la confirmación de la tendencia creciente de esta partida en los últimos años.

Todos estos datos con­firman a la industria farmacéutica como un sector tractor de la economía, lo que adquiere una especial importancia en momentos de crisis y necesidad de reactivación, y un dinamizador de los países al ayudar a tener modelos productivos más re­cientes y competitivos basados en la innovación, la I+D y el conocimiento. •••