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Las medidas restrictivas y de confinamiento impuestas en España por el estado de alarma decretado el 14 de marzo por el Gobierno han generado un descenso medio del 55% en los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2) en las 15 ciudades más pobladas de nuestro país.
Fundación Aquae analiza en una infografía la calidad del aire de estas urbes y de otras capitales europeas entre mediados de marzo y mediados de abril, basándose en datos de la Agencia Europea del Medio Ambiente.
Palma de Mallorca encabeza el ranking de las ciudades más pobladas de España que más han reducido su nivel de NO2: del 16 de marzo al 12 de abril de este año la capital de las Islas Baleares ha registrado una bajada del 74% en NO2 (31 microgramos por metro cúbico de aire) respecto al periodo comprendido entre el 18 de marzo y el 14 de abril de 2019 (119,7 ug/m3).
En esta lista le siguen Alicante (reducción del 69% en los niveles de NO2), Las Palmas (-68%), Valencia (-63%), Vigo (-62%), Barcelona (-58%), Córdoba (-57%), Gijón (-56%), Sevilla (-55%) y Madrid (-52%), donde el tráfico rodado es responsable del 74,4% de la concentración de NO2 causada por fuentes locales.
Los óxidos de nitrógeno, como el NO2, en el aire urbano tienen su origen en las reacciones de combustión a altas temperaturas que se producen principalmente en los vehículos motorizados. El oxígeno y el nitrógeno se combinan dando lugar al óxido nítrico (NO) que, posteriormente, se oxida parcialmente originando el dióxido de nitrógeno (NO2). Sus niveles en la atmósfera han aumentado en los últimos años por la mayor utilización de gasolina diésel, lo que ha contribuido a la formación y modificación de otros contaminantes atmosféricos como el ozono y las partículas en suspensión (PM 10 y PM 2,5).
«La drástica reducción del tráfico rodado durante esta pandemia se está traduciendo en una mejora sin precedentes de la calidad del aire en muchísimas ciudades del mundo. Esta constatación debería de animar a los gobiernos, una vez que nuestras urbes recuperen su pulso, a establecer políticas sostenibles de movilidad urbana que aceleren la implantación de zonas de bajas emisiones; potencien el uso de medios de transporte sostenibles; y faciliten el tránsito peatonal», explica Mariola Urrea, presidenta del Consejo de Estrategia de Fundación Aquae.
Madrid: principal capital europea con mayor bajada de NO2
En la infografía elaborada por Fundación Aquae, la fundación del agua, también se analiza la reducción del dióxido de nitrógeno en las principales capitales de Europa en el periodo comprendido entre el 16 de marzo y 12 de abril de 2020 frente al periodo 18 de marzo-14 de abril de 2019: en Roma se ha registrado un descenso en los niveles de NO2 del 47%; en Lisboa, del 46%; en París, del 45%; en Bruselas, del 44%; en Estocolmo, del 28%; en Londres, del 23%; y en Berlín, del 14%. Si comparamos estas bajadas en los niveles de NO2 con la registrada en la capital española se observa que Madrid los ha reducido incluso más, un 52% (en el periodo analizado de 2019 registró un promedio de contaminación por NO2 de 125,1 ug/m3 mientras que en 2020 ha sido de 59,4 ug/m3).
Hay pocos ámbitos donde esté más clara la conexión entre medio ambiente y salud como el de la calidad del aire. Nueve de cada diez personas en el mundo respiran aire contaminado. Lo asegura el último informe (2018) de la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo que provoca unos 8,8 millones de fallecimientos prematuros al año (más del 90% de estas muertes se producen en países de ingresos bajos y medianos, principalmente de Asia y África).
Según datos de la OMS, se han detectado 101 enfermedades asociadas a los efectos generados por la contaminación ambiental, entre las que destacan las enfermedades respiratorias (asma, EPOC, alergias o infecciones respiratorias de vías bajas), patologías cardiovasculares (reducción de la capacidad vasodilatadora de las arterias), enfermedades neurológicas (las partículas en suspensión aceleran el envejecimiento cerebral), cáncer (sobre todo, de pulmón y vejiga), trastornos neuropsicológicos, embarazos prematuros y bajo peso al nacer.
Además, los resultados preliminares del estudio conjunto que están realizando la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) y el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) apuntan a una posible correlación entre la contaminación atmosférica (dióxido de nitrógeno) y la gravedad de los brotes de coronavirus. Un indicio en el que coinciden con la Universidad Martín Lutero de Halle-Witternberg (Alemania), que analiza, entre otros países, España, Italia, Francia y Alemania. •••