La obesidad es, en la actualidad, uno de los mayores problemas de salud pública al que se enfrentan casi todos de los países. En la mayoría de ellos, el número de personas con un peso no adecuado supera a las que tienen normopeso. En su intervención, explicará los nuevos grupos de fármacos, ya disponibles, que están revolucionando el mercado y que emulan a sustancias que produce el intestino para avisar al cerebro de que ya hay alimento.
Según explicará el Dr. Tinahones Madueño, “la llegada del alimento al intestino y el acúmulo de grasa deberían ser factores que nos provocaran saciedad, sin embargo, estos mecanismos es obvio que no funcionan”. A la pregunta de por qué no funcionan esas señales, responde: “La hipótesis más plausible es que se regularon a la baja a lo largo de la evolución de los homínidos, pues hace un millón de años estuvimos a punto de extinguirnos con sólo unos 1000 homínidos reproductores. La hambruna nos ha acompañado en los dos últimos millones de años, por lo que es lógico pensar que en este hábitat sobrevivieran los que tenían más apetito y menos saciedad y además los que tenían más capacidad de almacenar grasa”.