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Presentación del informe Indicadores comentados sobre el estado del Sistema Educativo Español 2020

En el arranque de un curso escolar marcado por la alternancia y convivencia de los modelos presencial y online, sorprende que sólo el 38% de los profesores de secundaria haya recibido formación en tecnologías de la información (TIC) en su educación formal. En el caso de los docentes de primaria, ese porcentaje asciende ligeramente al 49%. Así aparece reflejado en el informe Indicadores comentados sobre el estado del sistema educativo español 2020, que han presentado esta mañana las fundaciones Sociedad y Educación y Ramón Areces.

Este estudio, que se realiza por sexto año consecutivo, selecciona y sistematiza datos sobre la educación en España, procedentes de las principales fuentes de datos nacionales e internacionales, en perspectiva longitudinal y comparada. La edición de este año cuenta también con la contribución de 15 expertos que, en sus comentarios, reflejan las singularidades de la educación en España y proponen líneas de mejora.

La fuente documental de la que se ha extraído este dato sobre la formación en TIC es el Teaching and Learning International Survey (TALIS 2018) que promueve la OCDE. Este mismo informe también concluye que solo el 32% del profesorado de primaria y el 33% de secundaria trabaja por proyectos, frente a la práctica habitual de explicar los contenidos con una visión de conjunto.

¿Estamos tan mal en PISA?

En la rueda de prensa celebrada para presentar el estudio, han participado Mercedes Esteban, directora del departamento de investigación de Sociedad y Educación, y tres de los autores del trabajo, de la Universidad Complutense de Madrid: el investigador Manuel Valdés, el catedrático de Sociología, Julio Carabaña, y la catedrática de Métodos de Investigación y Diagnóstico en Educación María Castro. Esta última ha titulado su comentario en este informe con un interrogante siempre discutido: ‘¿Estamos tan mal en PISA?’. Según ella, “los resultados de España no justifican la percepción negativa de la calidad de nuestro sistema educativo”. “De manera estadísticamente acreditada se puede afirmar que España está, ligera y significativamente, por debajo de la media de la OCDE. Con respecto al conjunto de países estamos en el medio de la clasificación”, ha explicado. Durante veinte años, los resultados presentan fluctuaciones muy ligeras: “En matemáticas y ciencias, hay apenas 5 puntos entre la primera evaluación y la última, y 8 puntos, respectivamente. Algunos puntos arriba o abajo en sucesivas ediciones no tienen significación estadística ni práctica, y no son indicadores de mejoras o retrocesos del sistema educativo”, ha añadido Castro. Tras apuntar la variabilidad en el desempeño de los estudiantes por comunidades autónomas y el escaso número de alumnado que se sitúa en niveles altos de la escala de rendimiento, la profesora Castro ha concluido recordando que, “para mejorar 30 puntos en la escala PISA, lo primero que debería hacer cualquier responsable de la administración educativa sería proponérselo”. 

Baja natalidad y matriculaciones 

Por su parte, Manuel Valdés, autor principal de la información estadística incluida en el informe, ha destacado los indicadores más significativos de 2020, algunos de ellos relacionados con la demografía. Así, por ejemplo, ha mencionado cómo la evolución de la matriculación en Educación Primaria ya refleja la baja natalidad en España, lo que se observa en dos cursos consecutivos de descenso. También las tasas de matriculación a las edades de 0-3 años acumulan tres décadas de crecimiento ininterrumpido, aunque ha advertido de que es probable que la escolarización en edades tempranas se reduzca en el presente curso debido a la pandemia. 

También hay cambios en los Ciclos Formativos de Grado Medio, que experimentan tres cursos consecutivos de crecimiento en la tasa neta de matriculación. En estos momentos, el 9% de los jóvenes de 16 y 17 años optan por este tipo de enseñanza. En el apartado más económico, Valdés ha destacado que el gasto público en educación como porcentaje del PIB se ha reducido de forma ininterrumpida desde el año 2009 hasta situarse en el 4,23% en el año 2018. En cambio, el gasto público en educación en relación con el gasto público total sí ha experimentado una ligera subida desde el año 2012 hasta alcanzar el 10,13%. Entre otros datos, este experto ha mencionado cómo las subvenciones públicas a la enseñanza concertada en el curso 2014-2015 (último con datos disponibles) representaron el 70,9% del gasto total en centros privado-concertados. 

Desigualdad entre comunidades autónomas 

El catedrático de sociología de la UCM Julio Carabaña ha afirmado que “si hay un problema importante con el gasto educativo en España, no está en la cantidad que se destina, ni tampoco en el gasto privado, sino en la desigualdad entre comunidades autónomas”. En su comentario, titulado ‘El gasto en educación: eficacia o estatus’, explica el doble punto de vista que subyace en esta cuestión:  uno es el instrumental, que considera el gasto como una inversión y lo valora por su eficacia en el logro de resultados. El otro es el punto de vista del estatus, que considera el gasto como manifestación de la posición social de la escuela como signo de distinción social. Carabaña ha señalado que “el criterio para juzgar el gasto no es ‘cuanto más mejor’, sino ‘cercanía al nivel óptimo’: en inversión andamos muy por encima del óptimo, al menos según PISA. En estatus estamos en la media de la OCDE, según Education at a Glance. A nivel regional, encontraremos una estrecha relación entre la renta de las CCAA y su gasto en enseñanza, tanta como entre países”. Ha concluido afirmando que “los conciertos fomentan la eficiencia del gasto, pues incentivan el gasto privado y liberan con ello recursos públicos, en torno al 25%”.  •••

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