El resultado se repite en todos los grupos de edad, incluso entre los mayores de 65 años, según un proyecto, desarrollado por el Laboratorio de Economía del Comportamiento de la Fundación Cotec para la innovación, que analiza las preferencias de gasto público de los ciudadanos sobre ocho políticas concretas
La sanidad es la prioridad absoluta de gasto público para los españoles, muy por encima de cualquier otra política y en cualquier grupo social. Los ciudadanos prefieren aumentar el gasto público en sanidad y en educación antes que en pensiones, y esto ocurre en todos los grupos de edad, incluido el de los mayores de 65 años. Son algunas conclusiones del proyecto Preferencias de gasto público en la ciudadanía: opiniones versus decisiones, presentado hoy por la Fundación Cotec para la innovación. El proyecto se desarrolló durante el último trimestre de 2020, en plena crisis social y económica derivada de la pandemia de la Covid-19.
El proyecto utiliza una metodología innovadora, que combina los resultados de una encuesta demoscópica -sobre una muestra amplia representativa de la población española, realizada por Cotec en colaboración con Sigma Dos- con un experimento incentivado económicamente -que emplea técnicas de economía conductual-. Los resultados revelan un nivel muy alto de coherencia entre lo que dicen los ciudadanos en la encuesta, cuando se les pide opinión sobre las políticas de gasto, y lo que hacen en el experimento, en el que reciben una cantidad de dinero y pueden optar por quedársela o donarla, total o parcialmente, a diferentes organizaciones no gubernamentales, cuyas misiones coinciden con las prioridades de gasto que son objeto de análisis.
La investigación refleja las preferencias de los españoles respecto a ocho políticas concretas de gasto público (ver gráfico adjunto al final), estableciendo una ordenación clara entre ellas. Detrás de sanidad, a una distancia significativa, aparece la educación. Las restantes partidas, en orden de prioridad, son pensiones, I+D+i, cultura, medio ambiente, infraestructuras y, por último, defensa y seguridad. Se analizan además las preferencias por grupos de edad, sexo, nivel de estudios, y recuerdo de voto.
Un resultado significativo es que, a pesar de la crisis climática, la partida presupuestaria de medio ambiente se relega a la sexta posición. No aparece como prioritaria para ningún colectivo, al contrario, aparece entre las menos elegidas para subir el gasto público y entre las más elegidas para bajarlo en todos los rangos de edad. Incluso para un colectivo, el de los votantes de Vox, el gasto en medio ambiente aparece en la última posición entre sus preferencias.
Sorprende asimismo el interés por la investigación y la ciencia, que se revela como prioritaria para todos los colectivos, ocupando niveles de preferencia similares a los de la política de pensiones. Por nivel educativo, el estudio muestra que, en términos generales, cuanto menor es el nivel de estudios mayor es la preferencia por subir las pensiones, mientras que según crece el nivel educativo, aumenta la preferencia por la inversión en conocimiento (I+D+i). Por recuerdo de voto se observa que para los votantes del PSOE y Ciudadanos la I+D+I está al mismo nivel o por encima de las pensiones, al contrario de los electores del PP o VOX, quienes priorizan las pensiones.
El experimento permite, además, analizar la predisposición a contribuir a sufragar los bienes comunes por parte de los ciudadanos. Se encuentra que esta predisposición es menor entre los individuos de media edad, los votantes de partidos de la derecha, así como los participantes en el experimento que dispusieron de una mayor cantidad de dinero para elegir entre quedársela, compartirla o donarla en su totalidad.
UNA DISCIPLINA EN AUGE
La Economía del Comportamiento es una disciplina que ha ganado notoriedad en los últimos tiempos y tiene por objeto mejorar la comprensión de la toma de decisiones de los agentes económicos a través del estudio de tendencias emocionales y conductivas. El proyecto que se ha presentado hoy es el tercero que realiza el Laboratorio de Economía del Comportamiento de Cotec. El Laboratorio es una colaboración de Cotec con la Unidad Mixta Interdisciplinar de Comportamiento y Complejidad Social, que integran investigadores de la University College of London (Antonio Cabrales), la Universidad Carlos III de Madrid (Anxo Sánchez) y la Universitat de València (Penélope Hernández y José Manuel Pavia). Los dos experimentos anteriores se dedicaron a analizar los fenómenos de la Automatización y el mercado de trabajo, así como el Perfil psicológico del empleado público innovador. •••