“La estela de Corrado Giaquinto en España: de González Velázquez y Bayeu a Goya” reúne una selección de 36 obras, la mayor parte de ellas procedentes de colecciones particulares, que muestran la influencia del pintor italiano Corrado Giaquinto en los mejores artistas españoles de la segunda mitad del siglo XVIII. Forma parte de los eventos conmemorativos del 275 aniversario del nacimiento de Goya y permanecerá abierta al público hasta el próximo 26 de septiembre.
La exposición ha sido presentada a los medios esta mañana por José Luis Rodrigo Escrig, director general de Fundación Ibercaja; Arturo Ansón Navarro, comisario de la muestra, y Rosario Añaños, directora del museo Goya.
Corrado Giaquinto, pintor de Cámara de los reyes de España Fernando VI y Carlos III, es el eje central de la muestra, que exhibe su obra junto a la de Goya, Francisco y Manuel Bayeu, Antonio González Velázquez, José Luzán y Francisco Preciado de la Vega. Durante su estancia en España, de 1753 a 1762, su manera de pintar, el uso del color y la luz y sus innovadoras composiciones sirvieron de inspiración para estos artistas, entre otros, y fueron una guía en la modernización de la pintura cortesana en España. Su llegada coincide con la fundación de la Academia de Bellas Artes de San Fernando y una de sus misiones fue sentar las directrices de esta.
El influjo de Corrado Giaquinto y la supervisión de la Santa Capilla de la Virgen del Pilar
El discurso expositivo se compone de más de treinta obras, de las que 21 se muestran por primera vez al público, 18 inéditas, que se han estudiado para esta ocasión. De Goya se exhiben siete óleos, entre los que se encuentra una de las obras destacadas “Virgen del Pilar con Santiago y uno de los convertidos zaragozanos”, primera obra conocida y firmada por el pintor aragonés, y tres del maestro Corrado Giaquinto. El recorrido se completa con once obras de Francisco Bayeu, diez de Antonio González Velázquez, tres de José Luzán, una de Manuel Bayeu y una de Antonio Preciado de la Vega. En su mayor parte de temática religiosa, pero también hay algunas de contenido mitológico.
La sala primera muestra las obra de Guiaquinto y Antonio González Velázquez principalmente, con especial atención a la pintura de la cúpula sobre la Santa Capilla del Pilar, obra de Antonio González Velázquez, supervisada por Giaquinto, por su importancia en la evolución de la pintura aragonesa y española entre 1754 y 1775.
Entre 1750 y 1775 las obras del pintor italiano fueron referentes en el proceso de aprendizaje de sus discípulos españoles y de los jóvenes pintores autóctonos, que sacaron copias de ellas y de sus bocetos.
El recorrido se inicia con las obras “El sueño de San José” y “La aparición de la Virgen a San Felipe de Neri”, de Corrado Giaquinto, dos de las obras destacadas que trajo de Roma, que fueron reproducidas por Francisco Bayeu y Antonio Gónzalez Velázquez.
En el mismo espacio expositivo se presenta la obra “Una joven ofrece una copa de vino a un joven pastor, mientras contemplan sentados sobre un montículo la puesta de sol”, de Antonio González Velázquez y “Santa María Magdalena penitente” de Francisco Preciado de la Vega. También pueden verse las copias que Francisco Bayeu y Antonio González Velázquez hicieron de los cuadros “La flagelación de Cristo” y “La oración de Cristo en el Huerto de los Olivos”, que Giaquinto pintó para el oratorio de la reina Bárbara de Braganza, del Palacio del Buen Retiro, reproducidos en esta muestra para su comparación.
El resto de la sala se dedica a las pinturas de la cúpula sobre la Santa Capilla del Pilar, realizadas por Antonio González Velázquez con la supervisión de su maestro Corrado Giaquinto. Fue el gran discípulo de Giaquinto y el primer gran decorador que trajo el giaquintismo a España. Su gran pintura al fresco de la cúpula sobre la Santa Capilla del Pilar se considera el manifiesto de la pintura rococó en España y es su obra cumbre, que le sirvió de presentación en Madrid para triunfar.
Se exhiben dos de los primeros bocetos de presentación que fueron desechados y los nuevos que se encargaron a Gónzalez Velázquez bajo la supervisión de su maestro, que por primera vez se exponen juntos. Se trata de los bocetos en forma de lunetas “Aparición de la Virgen del Pilar al apóstol Santiago y los primeros discípulos a orillas del Ebro” y “Construcción de la Santa Capilla del Pilar con ayuda de los ángeles” y el boceto del cupulín con “El espíritu Santo en la Gloria”, que fueron retocados por Giaquinto; dos de ellos son originales y otro es una reproducción fotográfica. Además, realizó dos réplicas autógrafas, fechadas en 1752, que Antonio González hizo para conservarlas en su propiedad y también forman parte de esta exposición.
Cierran este capítulo las copias realizadas por Francisco Bayeu y Subías en 1753 probablemente sobre el andamio directamente del fresco, como se aprecia en los detalles y colores de las mismas, y otra copia realizada por Manuel Bayeu y Subías, sobre una de las pintadas por su hermano. Una de ellas, “Construcción de la Santa Capilla del Pilar con ayuda de los ángeles”, es la última adquisición de Fundación Ibercaja para el Museo Goya, que tras el estudio pormenorizado llevado a cabo por el profesor Arturo Ansón, se ha atribuido a Francisco Bayeu.
La segunda de las salas del Museo está dedicada a los artistas aragoneses, continuadores de la estela de Giaquinto: José Luzán, Francisco Bayeu y Francisco de Goya. El recorrido se abre con tres obras de José Luzán, maestro de Bayeu y Goya que trajo de Nápoles la influencia de la pintura italiana, y continúa con las obras de Francisco Bayeu, principal responsable de la difusión del giaquintismo en Zaragoza a partir de la década de 1750. Destacan los cuadros “Virgen del Rosario”, “Descendimiento de Cristo de la Cruz”, realizado para una escena de la sacristía de la actual iglesia de Santiago el Mayor, de Zaragoza, así como “El dios Vulcano”, que pintó probablemente como modelo académico para sus discípulos.
Goya se mostró interesado por el giaquintismo, de moda en la pintura española de las décadas de 1750 y 1760, desde su formación con Bayeu y después, en su viaje a Roma y durante su estancia en Madrid, donde conocería las grandes obras de Giaquinto y González Velázquez en el Palacio Real Nuevo.
La muestra finaliza con siete obras de Goya de cronología temprana, tres son inéditas: “Virgen del Pilar con Santiago y uno de los convertidos zaragozanos”, óleo sobre molde en cartón de papel maché endurecido, firmado en la cara y el reverso y primera obra conocida del pintor, de la que destaca su conservación en el tiempo y su
peculiar modo de presentación, “San Cristóbal” y “Dios Padre y el Espíritu Santo en la Gloria”, una de las primeras obras de gran formato. También se muestran las dos versiones del “Sacrificio a Príapo”, que por primera vez pueden verse juntas y compararse. El discurso se completa con otro “San Cristóbal” y “La Gloria o La Adoración del nombre de Dios”, que pueden contemplarse en su ubicación habitual en segunda planta del Museo, junto al resto de las obras del pintor aragonés.
Una mirada a la “Santa Capilla del Pilar” y un libro catálogo y visitas guiadas para profundizar en la huella de Giaquinto
En la exposición se intercalan textos explicativos de cada uno de los artistas y frases coetáneas de documentos sobre la opinión de estos autores. Además, se acompaña de la proyección del documental “La Santa Capilla del Pilar”, un audiovisual de 50 minutos de duración del realizador José Manuel Herráiz, coproducido por Albella Audiovisual y la Televisión Autonómica de Aragón.
Con motivo de la exposición se ha publicado un libro catálogo en el que Arturo Ansón, especialista en pintura del siglo XVIII, analiza la influencia de Corrado Giaquinto en los pintores españoles de la segunda mitad de la centuria a lo largo de cinco capítulos en los que aborda los siguientes estudios: “Corrado Giaquinto, de Italia a España”; “Corrado Giaquinto y Antonio González Velázquez: una relación fructífera entre maestro y discípulo”; “El influjo de Giaquinto en otros discípulos españoles: José del Castillo, Juan Ramírez de Arellano, Luis y Alejandro González Velázquez, Mariano Salvador Maella y otros”; “Francisco Bayeu y Subías y la difusión del giaquintismo en Zaragoza”, y “La admiración de Francisco de Goya por Corrado Giaquinto en sus años de juventud y formación”, así como las fichas de las 36 obras que se exponen.
También está previsto reanudar la programación de visitas guiadas, con todas las medidas de seguridad para los grupos, que se anunciarán próximamente en la página web del Museo Goya y de Fundación Ibercaja.