Nuevo escenario del auditorio

Tras 45 años de actividad musical ininterrumpida, el salón de actos se transforma en sala sinfónica con una reforma sustancial que mejora la acústica y moderniza su equipamiento técnico.

 

La Fundación Juan March ha reformado el Salón de Actos para transformar su sala de cámara en una pequeña sala sinfónica. De este modo, el espacio de conciertos más veterano entre los activos hoy en Madrid en el ámbito de la música clásica se prepara para afrontar nuevos retos y renovar algunas líneas de programación. Junto a la mejora de la acústica y del equipamiento técnico, los espacios situados detrás de la escena se han renovado por completo (creando una sala de ensayos y un nuevo cuarto para la radio), al tiempo que se ha ampliado notablemente el propio escenario.

El nuevo auditorio permitirá sorprender al público interesado con nuevas producciones de ópera, teatro musical y danza. Para celebrarlo, la temporada se inaugura con la Orquesta Sinfónica RTVE, dirigida por Lucas Macías, interpretando un programa marcadamente festivo.

Primera gran reforma en 45 años

Creada en 1955, la Fundación Juan March inauguró su sede central veinte años después, en 1975. Como explica su director, Javier Gomá Lanzón, “La Fundación se creó en 1955 pero el edificio que es ahora su sede se inauguró en 1975. El diseño del arquitecto ha conseguido mantener su belleza y gravedad pasadas las décadas sin necesidad de cambio. Pero las estructuras internas, las que visita el público y aquellas donde trabajan los empleados, sí deben renovarse.

En 2009, cuando se reformó la sala de exposiciones y la planta baja, se inició un plan de modernización que está a punto culminarse y del que las obras en el auditorio son un objetivo capital. Se trata de ampliar, mejorar y modernizar las instalaciones de la escena, donde tienen lugar la mayoría de los actos que organiza la Fundación ante el público, y la trasescena, incluyendo la habilitación de una sala de ensayos que nos faltaba. Nuestra ambición es inaugurar un auditorio renovado para los próximos 25 años”.

Con este objetivo, la reforma comenzó a gestarse en diciembre de 2017. Este largo proceso previo –que ha supuesto un ejercicio de imaginación de las posibilidades escénicas del auditorio–, se ha materializado en las obras de este verano, que terminan el día 26 de septiembre, a tiempo para no interferir con la programación de otoño y coincidiendo con la presentación de la Temporada de música. Su arquitecto, Juan González de las Cuevas –que también participó en la construcción del Auditorio Nacional de Madrid–, ha buscado “ordenar el espacio y utilizar las circulaciones de una forma más lógica”, siguiendo la estela de la reforma de la sala de exposiciones de la planta baja.

Más espacio para la escena

Para el coordinador de las obras y director del Departamento de Música de la Fundación Juan March, Miguel Ángel Marín “el corazón de la reforma está en el propio escenario”. Una de las decisiones más delicadas a la hora de ampliar el escenario ha sido la de donar el icónico órgano –para muchos, emblema de los actos de la Fundación– a la Basílica del Cerro de los Ángeles, en Getafe, donde está instalado desde diciembre de 2018. Lo que sustituyese al órgano “tenía que ser algo que tuviera el espíritu de la Fundación, que tuviera un aspecto noble, señorial y clásico, pero al mismo tiempo cumpliera con las prestaciones teatrales de la reforma”, explicó. A esta medida se suma la creación de una chácena que puede albergar dos pianos para incorporarlos cómodamente a escena, o, gracias al tabique móvil del fondo del escenario, incorporarse al escenario, que aumenta a un total de 142 metros cuadrados, eso sí, a dos alturas.

Además, el suelo del escenario se ha sustituido por otro más flexible, adaptado a la danza, y se ha encargado un techo técnico, con ocho barras motorizadas para cambiar la iluminación, la escenografía o los telones sin necesidad de andamiaje.

En esa línea de innovaciones técnicas, la pantalla se ha sustituido por otra retroproyectable, lo que permitirá a conferenciantes e intérpretes moverse libremente sin interferir en la proyección.

Lo que el ojo no ve

Otra de las grandes novedades no será visible al público, pero es fundamental para la puesta en práctica de nuestras actividades. Es una sala aislada acústicamente del escenario y conectada con el exterior mediante un pasillo independiente que facilitará los ensayos. Junto al escenario también se ha creado un hombro que permitirá salir a escena por el lateral en lugar de desde el fondo, y que también podrá incorporarse a escena.

Por último, se ha trasladado el cuarto de la radio a un satélite ganado al vestíbulo que sigue las líneas redondeadas del edificio, lo que ha permitido centralizar el cableado por el lado izquierdo del auditorio y renovar el aparato técnico.

Una acústica mejorada

Históricamente, la acústica del Salón de Actos ha sido muy seca, por lo que en esta reforma se ha buscado generar una mayor reverberación, lo que mejorará de forma notable la claridad del sonido. Para ello se ha cubierto de madera la caja escénica y la parte superior trasera del patio de butacas, antes recubierta de moqueta.

Como dice Juan González de las Cuevas, “cuando el espectador llegue y vea el nuevo auditorio, no va a notar un cambio cuantitativo enorme, –el número de butacas es el mismo–, pero cualitativo sí. Y eso, sin que se note mucho físicamente”.

Todos los proyectos musicales de la Fundación, como el resto de sus actividades culturales, son de entrada libre y gratuita. Transmisiones en directo (streaming) semanales, en march.es y en Youtube: los conciertos de sábados (12:00 h. y 19:00 h.), conciertos de miércoles (19:30 h.) y domingos (12:00 h.).

Todos los conciertos de miércoles se transmiten en directo por Radio Clásica, de RNE, previa entrevista con un especialista. Además, una selección amplia de los conciertos transmitidos se pone a disposición de la Unión Europea de Radiodifusión para su emisión en distintos países de todo el mundo. El audio de todos los conciertos está disponible para su escucha en diferido en march.es durante los 30 días siguientes a su celebración. •••