Fundación Naturgy ha rehabilitado más de 3.000 viviendas de familias vulnerables en los últimos cuatro años a través de su Fondo Solidario de Rehabilitación Energética. Expertos en gestión social y vulnerabilidad demandan líneas de financiación específicas y la generalización de un IVA reducido para este tipo de actuaciones, así como la aplicación de medidas innovadoras.
La rehabilitación energética de los hogares constituye una medida estructural en la lucha contra la vulnerabilidad energética. Por ello, las entidades sociales solicitan que se destinen fondos públicos para llevar a cabo este tipo de actuaciones, con las que han constatado que las familias vulnerables aumentan el confort en su hogar, mejoran sus condiciones de salud y ahorran en su factura energética.
Es una de las conclusiones del estudio «Re-habilitación energética exprés. Análisis y aportaciones de las entidades sociales», elaborado por Fundación Naturgy tras más de cuatro años trabajando en esta línea para contribuir a paliar la vulnerabilidad energética. En este tiempo, la fundación de la compañía energética ha rehabilitado más de 3.000 viviendas, en colaboración con más de una veintena de entidades sociales, con las que se han beneficiado unas 31.000 personas.
La publicación fue presentada hoy junto a la actualización del libro “Re-habilitación energética exprés para hogares vulnerables. Soluciones de bajo coste”, elaborado por Margarita de Luxán, catedrática emérita de la Universidad Politécnica de Madrid. La primera edición de este trabajo, publicado en 2017, fue el origen de uno de los principales programas de acción social de Fundación Naturgy, el Fondo Solidario de Rehabilitación Energética.
De Luxán amplía hasta casi un centenar las posibles medidas que se pueden poner en marcha para mejorar la eficiencia energética de las viviendas vulnerables, e incorpora información sobre técnicas nuevas e innovadoras en materia de rehabilitación energética exprés.
Así mismo, la experta valora en 8.800 euros el importe necesario para rehabilitar una vivienda, teniendo en cuenta el estado del parque inmobiliario que ocupan las familias vulnerables en España. Esta cifra refuerza la petición de las entidades sociales de ayudas públicas para poder llevar a cabo estas actuaciones de mejora de eficiencia energética.
Para Margarita de Luxán, “la rehabilitación exprés para hogares vulnerables es una acción que puede proponerse de un modo diferenciado y específico, ya que la pobreza energética supone un problema de urgencia que no puede someterse ni esperar a soluciones habituales, y necesita respuestas rápidas, adaptadas e innovadoras”.
Una medida estructural, según el Miteco
En la presentación de las dos publicaciones participó también el subdirector general de eficiencia en el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITECO), Jacobo Llerena, que afirmó que “las medidas estructurales, es decir aquellas basadas en la rehabilitación exprés y la eficiencia energética, abordan el problema a medio y largo plazo consiguiendo atajarlo y minimizarlo en el futuro y son más efectivas de cara a evitar ‘cronificar’ las situaciones de pobreza energética”.
Según la directora general de Fundación Naturgy, María Eugenia Coronado, “trabajar desde la innovación y con el apoyo de entidades sociales supone proveer a las familias de herramientas de mejora que inciden positivamente en sus hábitos y forma de consumo energético, más allá de la propia rehabilitación de su hogar”.
Innovación y financiación, pilares de la rehabilitación energética
En la jornada “La re-habilitación energética exprés: innovación y colaboración en red para paliar la vulnerabilidad energética”, que tuvo lugar hoy en Madrid, participaron también representantes de entidades sociales, que pusieron también de manifiesto la necesidad de disponer de líneas de financiación específicas y la generalización de un IVA reducido para este tipo de actuaciones, un amedida con la que también coincidió de Luxán. También pidieron más apoyo del MITECO, para ampliar el alcance de este tipo actuaciones y poder ayudar a más familias.
La jornada contó con la participación de Xavi Mauri, de Fundación Hàbitat3, Sergio Rodríguez, de Foment de l’Habitatge Social, Sara Casas, de Cruz Roja Española y Daniel Álvarez, de Fundación Isadora Duncan, cuatro entidades que trabajan con Fundación Naturgy en materia de rehabilitación. Todos coincidieron en que parte de los fondos que se destinan a este tipo de actuaciones deberían dirigirse también a la gestión social y técnica de las ayudas, para que las familias puedan comprender mejor su situación y para darles apoyo en la tramitación de permisos o documentos técnicos.
En este sentido, las entidades plantean la generalización de un IVA reducido para estas ayudas, del 21% al 10%, lo que permitiría contar con un 11% más de recursos económicos.
Además, según las organizaciones sociales, algunas de las exigencias para aplicar el tipo reducido del IVA hasta ahora no se corresponden con las circunstancias de los hogares vulnerables a los que se busca ayudar. Se refieren, por ejemplo, a la exigencia de que el destinatario sea propietario o que se utilice la vivienda para uso particular, y éste no es el caso muchas de las viviendas de las entidades sociales en las que actuar.
Rehabilitar para paliar la vulnerabilidad
La adecuación energética de los hogares es una de las medidas clave para reducir la vulnerabilidad energética. Así lo recoge la Estrategia Nacional contra la Pobreza Energética 2019-2024, que incluye el Fondo Solidario de Rehabilitación Energética de Fundación Naturgy como ejemplo de buenas prácticas.
Según diversos estudios realizados por la fundación y tras la experiencia de los últimos años con sus programas sociales para paliar la vulnerabilidad energética, los tres factores principales a los que se suele atribuir la pobreza energética son el coste de la factura energética, los bajos ingresos de los hogares y la baja eficiencia energética de las viviendas.
En este sentido, la rehabilitación energética exprés que lleva a cabo se centra en la mejora del comportamiento térmico de las viviendas, con actuaciones como el cambio de ventanas, la reparación de humedades, el aislamiento de techos, la mejora de las instalaciones de electricidad y gas y de los elementos de climatización, o la sustitución de electrodomésticos por otros más eficientes, entre otros.
La mayoría de las entidades sociales que participan en las iniciativas del Fondo Solidario de Rehabilitación Energética forman también a los beneficiarios en el uso adecuado de la energía, potenciando aún más el impacto de las medidas para reducir su factura energética.•••