Carsten Sorensen, de la London School of Economics

Las criptodivisas seguirán conviviendo con las monedas tradicionales por ser totalmente compatibles. Ésta ha sido una de las conclusiones a las que han llegado los economistas que han impartido las últimas Lecciones Magistrales organizadas desde el pasado 28 al 30 de octubre en su sede por la Fundación Ramón Areces y la London School of Economics (LSE). En ella han participado los profesores de gestión de la LSE Carsten Sorensen y Will Venters y el economista español Miguel Solana. Estas sesiones, que se celebran cada tres meses para analizar diferentes aspectos de la economía, se han centrado esta vez en las criptodivisas y el blockchain.

El profesor Sorensen, que ha asesorado en los últimos 25 años a compañías como Microsoft, Google, Huawei, Orange, Vodafone o Intel, entiende que “los bancos y las instituciones financieras estén nerviosas ante la llegada de las criptodivisas”. Ha añadido que “los bancos centrales están vinculados al sistema social y político, por lo que los intentos de establecer mecanismos directamente competidores deberían ser una preocupación en el caso en el que el volumen de transacciones crezca demasiado”.

Por su parte, Miguel Solana, socio de dCapital, ha asegurado que “la tecnología blockchain permite, por primera vez, la creación de redes digitales que pueden ser autogestionadas por los propios usuarios de dichas redes, garantizando su fiabilidad y sostenibilidad sin la necesidad de delegar esta tarea en un administrador o gestor tercero”. Esto nos permite entender por qué el blockchain tiene “un impacto profundo en los modelos económicos digitales cuyo pilar fundamental es la intermediación, ya sea en comercio electrónico, gestión de datos, transferencias de dinero, etc”, ha añadido.

Will Venters ha recordado cómo el blockchain ofrece un medio para que las personas que no confían entre sí compartan una base de datos que cada uno puede leer y que todos deben aceptar cambiar colectivamente. “Esto parece trivial, pero abre muchas formas nuevas de posibilidades de confianza que podrían transformar muchas industrias donde la confianza es vital”, ha añadido.

Durante su intervención, Sorensen se ha referido a la iniciativa de Facebook de lanzar con otras compañías la moneda Libra: “Si este proyecto triunfa, podría entenderse como un intento de privatizar el dinero, lo que, por supuesto, es una preocupación”, ha añadido. Para este experto, la tecnología blockchain es tan importante porque permite nuevas formas de pensar sobre las relaciones entre lo que consideramos de valor y la digitalización. Venters ha pronosticado que habrá que esperar aún un tiempo hasta que una criptomoneda sea ampliamente aceptada y realmente utilizada para transacciones. “Los desafíos que enfrenta Libra también muestran los desafíos de construir una criptomoneda, incluso cuando están involucradas grandes compañías”, ha añadido.

A este respecto, Miguel Solana se ha preguntado si podría el blockchain crear nuevos modelos económicos a través de la descentralización de las redes y la desaparición de los intermediarios que en estos momentos dominan el espacio digital. “Si esto fuera así, veríamos una profunda transformación de los modelos de negocio actuales”, se ha respondido. En este punto, ha afirmado que “los criptoactivos no están necesariamente enfrentados con las monedas tradicionales”. “De hecho, es probable que a futuro distintos tipos de monedas coexistan según su aplicación o uso”. De esta manera, podrían convivir hasta tres tipos distintos de monedas y criptoactivos: las monedas emitidas por bancos centrales, las monedas privadas emitidas sobre protocolos blockchain pero centralizadas (por ejemplo, Libra) y aquellas monedas sobre protocolos blockchain descentralizados (por ejemplo, bitcoin). “Cada una de las tres podría tener una aplicación diferente, por ejemplo: bitcoin podría utilizarse como reserva de valor (poca transaccionalidad y alta seguridad), Libra podría convertirse en un estándar para pagos a través de redes sociales (pequeño importe y alta transaccionalidad) y las monedas fiat o monedas digitales emitidas por bancos centrales serían utilizadas para transacciones de alto importe y ligadas a la administración pública”, ha explicado Solana.

Carsten Sorensen ha lanzado otra hipótesis en este foro en la Fundación Ramón Areces: “Un banco central podría, en principio, establecer con relativa facilidad una moneda digital. Sin embargo, probablemente sería un movimiento altamente disruptivo si requiriera que el banco central se convirtiera en un competidor directo de los bancos comerciales al abrir una cuenta personal con cada uno de sus ciudadanos”.

Para Will Venters, también profesor de gestión en la LSE, “en muchos sentidos, todos debemos ser cautelosos acerca de estos activos”. “La sociedad depende del pago de impuestos y, a menudo, de la capacidad del Gobierno de intervenir en su moneda para mantener la estabilidad. Los criptoactivos pueden desafiar la capacidad de los gobiernos para llevar a cabo estas funciones. Obviamente, tales gobiernos pueden resultar corruptos y contrarrestar los intereses de los individuos y los bancos”. Para Miguel Solana, el blockchain crea nuevos modelos económicos a través de la descentralización de la gestión y operación de las redes, “lo que da pie a una profunda transformación de los modelos de negocio actuales”. “No es de extrañar, por tanto, que los actores económicos existentes vean en blockchain una amenaza, sobre todo en el sector financiero, donde el impacto de blockchain puede ser más profundo. Las criptomonedas atacan el monopolio del dinero, uno de los grandes pilares sobre los que se asientan los estados modernos”, ha concluido.•••