A través de un algoritmo pueden analizar si las relaciones entre estudiantes siguen un patrón adecuado o si hay “ruido” en ellas, identificando patrones de acosador, acosado o testigo

El centro de formación vizcaíno Somorrostro y el guipuzcoano de Nazaret han concluido la primera parte del proyecto Dualiza iniciado este curso escolar para detectar casos de acoso escolar a través de una aplicación.

El proyecto fue seleccionado en la IV Convocatoria Dualiza de Dualiza-Fundación Bankia y FPEmpresa como uno de los más innovadores de España al plantear una solución viable y real para hacer frente al acoso escolar en los centros escolares a través de una app.

Somorrostro ha liderado la parte tecnológica del proyecto apoyada por una empresa experta en inteligencia artificial (Skootic) desarrollando un algoritmo para evaluar si dentro de una clase se observa “ruido”- si todo se desarrolla como debe o hay anomalías en la interacción entre los estudiantes-, y de haberlo si se están repitiendo los patrones de acosador, acosado u observador.

Para ello, desde Nazaret se ha lanzado un “Reto de Aprendizaje” a los estudiantes de integración social y han elaborado una prueba tipo que se pasa a cada aula dos o tres veces al año.

Con ello se consigue tener monitorizada la situación de cada aula y ver si hay avances, gestionar situaciones detectadas, así como sensibilizar a los y las estudiantes al hacerles reflexionar sobre la importancia de evitar el acoso escolar, algo que perciben al tener que responder periódicamente a preguntas sobre situaciones que viven día a día en el aula.

Junto al alumnado de integración social también han participado los y las estudiantes de FP de telecomunicaciones aprendiendo fundamentos básicos de Inteligencia Artificial, cómo desarrollar el algoritmo y todos los aspectos tecnológicos que conlleva un proyecto de este nivel.

Actualmente se han recogido datos de tres centros escolares, tanto el Somorrostro, Nazaret como el María Reina con los que ya se ha comenzado a trabajar.

La idea es seguir nutriendo al algoritmo con más información para que siga perfeccionando sus patrones antes de iniciar la aplicación de modo real.

En una segunda fase, Somorrostro y Nazaret se plantea llevar esta misma aplicación a otros problemas de género o de ciberseguridad. •••