La Fundación Ramón Areces ha consolidado este año su compromiso con la ciencia española. Esta vez, además, ha ampliado su radio de acción hacia nuevos campos relacionados con las Humanidades y, más en concreto, con el humanismo digital. En esos apartados más tradicionales de Ciencias de la Vida y de la Materia y de las Ciencias Sociales, ha financiado un amplio conjunto de proyectos de investigación. Más en concreto, durante este año, ha impulsado 114 trabajos de gran trascendencia relacionados con las enfermedades raras, el cáncer, las infecciones, el envejecimiento, la seguridad alimentaria, el cambio climático y los nuevos materiales, así como la distribución comercial, el mercado laboral, el bienestar de las familias y la desigualdad, entre otros. Estas investigaciones se han traducido en más de 600 comunicaciones a congresos nacionales e internacionales y más de 300 publicaciones en revistas especializadas de primer nivel.

Ese apoyo a la actividad investigadora también se ha concretado en la estrecha colaboración que mantiene la Fundación Ramón Areces con una veintena de asociaciones de investigadores españoles en el exterior. Nos referimos a uno de los programas más ambiciosos de diplomacia científica. Además, todas estas asociaciones forman parte también de la iniciativa RAICEX, que busca promover sinergias y fomentar la colaboración entre todas ellas.

Asimismo, ese apoyo a la ciencia se materializa en convocatorias de becas dirigidas a postdoctorados y postgraduados que, gracias a ellas, pueden completar sus estudios en las mejores universidades del mundo. Este año, como principal novedad, también se ha impulsado un ambicioso programa de retorno del talento científico. Con una dotación inicial de 1.250.000 euros, su objetivo es que investigadores que en su día decidieron continuar su trabajo fuera de España puedan desarrollar un proyecto relevante durante un periodo de cinco años en un laboratorio español. Para ello, deberán integrarse en una institución pública de investigación del país. La primera convocatoria ha sido todo un éxito de participación.

Este último año la Fundación también ha iniciado una colaboración especial con el Ragon Institute de Estados Unidos para crear el programa de ‘Becas de investigación Fundación Ramón Areces’. Permitirá investigar durante dos años en estos laboratorios a investigadores españoles post-doctorales con experiencia en virología, biología computacional y estructural, estadística computacional, ingeniería, ciencias físicas, microbiología, inmunología y otros campos relacionados.

Las ciencias y el humanismo convergen

Si en algo coinciden los científicos cada vez más es en la necesidad de una mayor colaboración y transversalidad entre los diferentes campos del saber. La Fundación Ramón Areces también es sensible a esta tendencia y, con ese fin, está ampliando el tiempo y los recursos que dedica a las Humanidades.

Las empresas y los laboratorios están demostrando que también necesitan incorporar a profesionales formados en disciplinas más clásicas y humanistas. En esa línea se inserta la nueva convocatoria de becas lanzada por la Fundación con la Western University de Canadá en humanismo digital. Una doble conferencia a cargo de Juan Luis Suárez, profesor en este campus americano, y de Angela Ndalianis, de la Swinburne University de Australia, ayudó a mostrar al público cómo las nuevas tecnologías y el humanismo están convergiendo en múltiples campos.

Según recordó Juan Luis Suárez durante su intervención, los primeros pasos del humanismo digital se dieron en los años 50 del pasado siglo, cuando por primera vez se utilizaron herramientas tecnológicas para resolver problemas de las Humanidades y crear, por ejemplo, el índice tomístico. Ese nuevo humanismo digital implica el desarrollo y aplicación de tecnologías digitales y métodos computacionales para recopilar, gestionar y analizar datos en la investigación y aplicación de las Humanidades. ”Las humanidades digitales también orientan el desarrollo de las tecnologías de la información en aspectos legales, éticos y políticos que deben dirigir el modelo de ser humano que queremos educar en la era digital”, añadió Suárez.

La convocatoria de ayudas para la realización de tesis doctorales en Humanidades es una muestra más de ese compromiso creciente de la Fundación Ramón Areces con las Humanidades en el grueso de actividades e iniciativas impulsadas por esta institución.

Difusión del conocimiento

La Fundación sigue comprometida con la difusión del conocimiento, una actividad que dirige desde su sede en Madrid y que suele difundir en directo en la mayoría de los casos a través de las redes sociales, de su canal de vídeos y de la plataforma Youtube. Entre esos últimos debates en los que se analiza la realidad de la mano de expertos de primer nivel podemos mencionar la conferencia que ofreció recientemente el politólogo de la Universidad de Harvard Daniel Ziblatt. Durante su intervención, intentó responder a la sugerente pregunta ‘¿Está en crisis la democracia?’. Su conferencia se encuadra en un nuevo acuerdo, también firmado este año, con el Centro Minda de Gunzburg de Estudios Europeos de la Universidad de Harvard para que alumnos españoles puedan completar su formación en este campus norteamericano.

De la mano esta vez de tres profesores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), la Fundación Ramón Areces también organizó este último año en su sede un simposio sobre ‘El futuro de la movilidad’. En él, tres profesores de este prestigioso centro de investigación con sede en Boston compartieron conocimientos e ideas sobre los principales desafíos y oportunidades que enfrenta la industria de la movilidad. Del mismo modo, exploraron las implicaciones potenciales de las tecnologías, así como las tendencias emergentes en la sociedad, la economía y el medio ambiente.

Dentro de esas colaboraciones con instituciones internacionales, el pasado mes de junio la Fundación acogió y organizó con Nobel Prize Outreach un nuevo evento ‘Nobel Prize Conversations’. En este caso, el lema elegido fue ‘Inspired by nature’ y reunió a Morten Meldal, Nobel de Química 2022; a Juan Luis Arsuaga, catedrático de Paleontología de la Universidad Complutense de Madrid; y a Erika Pastrana, directora editorial de Nature Journals, para hablar del papel que la naturaleza ha tenido siempre como fuente de inspiración en sus carreras investigadoras. La paleontología, la química y la biología, de nuevo unidas, como un ejemplo más de la creciente transversalidad entre diferentes disciplinas. •••