Debate sobre Covid y brecha de género en Fundación Ramón Areces con Daniel Santín, Rosa Ferrer, Irma Clots-Figueras y Virginia Sánchez Marcos
Coloquio online ‘Efectos de la COVID-19: una perspectiva de género’, en la fundación Ramón Areces
“Mantener las guarderías y escuelas abiertas en esta última etapa de crisis sanitaria en España ha tenido un impacto positivo para reducir el impacto de la pandemia en la brecha de género”. Así lo han declarado las tres últimas presidentas de COSME, el comité sobre la situación de la mujer en la economía de la Asociación Española de Economía. La Fundación Ramón Areces ha querido analizar con ellas en un coloquio online ‘Los efectos de la Covid-19 desde una perspectiva de género’. En él han participado Irma Clots-Figueras, de la Universidad de Kent; Rosa Ferrer, de la Universidad Pompeu Fabra; y Virginia Sánchez Marcos, de la Universidad de Cantabria, que ha ejercido de moderadora. Estas tres expertas en economía de género han coincidido en que “ninguna crisis es igual a las anteriores” y que “en este caso, por haberse visto más afectado el sector servicios, en el que la mujer está más representada, el impacto en el empleo femenino ha sido proporcionalmente mayor que en otras crisis recientes” en las que el empleo masculino se vio particularmente afectado. También han apuntado que las mujeres siguen asumiendo mayor carga en el cuidado de los mayores y de los niños en el hogar frente a los hombres, algo que es relevante con la pandemia en caso de devolver al hogar a los mayores que estaban en las residencias y por los periodos en los que los colegios permanecieron cerrados.
Rosa Ferrer, de la Universidad Pompeu Fabra, ha citado un estudio que realizaron investigadores del Hospital Vall d’Hebron, según el cual los niños en media podrían estar incluso más protegidos de los contagios acudiendo al colegio que fuera de ellos. “Esto ha tenido un doble efecto positivo, porque no solo ha sido mejor para la salud de los pequeños, sino para la trayectoria laboral de sus madres”, ha señalado. De hecho, se señaló durante la conversación, que existe evidencia de que los cierres escolares han tenido un impacto negativo y persistente en el empleo de las mujeres en Estados Unidos. Relacionado con esto, Ferrer ha afirmado que los diez primeros años de la trayectoria profesional son determinantes y que “las políticas públicas tienen que poner especial cuidado con qué sucede con mujeres jóvenes y aquellas que tienen hijos pequeños”. “Esta circunstancia puede tener un impacto negativo a largo plazo por frenar sus posibilidades de promoción, por ejemplo”, ha añadido Ferrer. Más allá de España, Irma Clots-Figueras ha recordado el efecto positivo que tienen las escuelas en países como La India a la hora de proteger a las niñas frente a matrimonios concertados a edades tempranas. “No sabemos aún cómo va a afectar en esos casos la pandemia y el cierre de las escuelas”, ha apuntado.
Virginia Sánchez Marcos, de la Universidad de Cantabria, ha recordado un informe de octubre que relacionaba la mayor incidencia de la enfermedad en países como Islandia, Noruega, Nueva Zelanda y Taiwán con el género de sus dirigentes. A juicio de Clots-Figueras, sería arriesgado relacionar diferencias en la gestión de la pandemia según el género de sus responsables políticos, porque en esa evolución influyen otros muchos aspectos como, por ejemplo, el hecho de ser países que pueden cerrar sus fronteras con más facilidad que otros.
En este coloquio también se ha abordado otros aspectos, como los avances en conciliación laboral y familiar por el auge del teletrabajo. Rosa Ferrer ha recordado datos del Instituto nacional de Estadística (INE) para destacar que el porcentaje de trabajadores que desarrollan su labor en remoto pasó del 5% antes de la pandemia hasta el 34% en el primer semestre de 2020. “Sobre todo, se ha incrementado particularmente en niveles de mayor formación. A largo plazo, creo que aquí hay un impacto directo positivo que se va a quedar, como efecto de la inversión en cierta infraestructura necesaria para el teletrabajo que se ha hecho durante la pandemia”. Y ha subrayado que la ley española que regula el teletrabajo ha tenido en cuenta dos aspectos importantes que merece la pena considerar desde su punto de vista: “El teletrabajo tiene que ser voluntario y reversible. Cada persona es distinta, cada cual tiene un hogar y unas necesidades diferentes. La decisión debe depender de cada trabajador. Y el hecho de que pueda ser reversible también, para poder adaptarnos a cómo evoluciona la vida de cada persona”. En este punto del debate, ha recordado otros estudios que concluyen que “la distancia al puesto de trabajo afecta más a las mujeres que a los hombres”. “Las mujeres tienden más a no aceptar ascensos o trabajos mejores si eso implica estar más lejos de su casa, lo cual explica en parte por qué la brecha entre hombres y mujeres persiste. El teletrabajo podría ayudar a reducir esa brecha”, ha apuntado esta economista. •••
El debate pudo seguirse a través del canal de TV de la Fundación Ramón Areces: www.fundacionareces.tv/directo y puede volver a verse en www.youtube.com/FundacionAreces